domingo, 17 de junio de 2007

En el muelle de Trípoli


Ayer desembarcaron en Trípoli los 25 inmigrantes rescatados tres días antes por el pesquero Nuestra Señora de Loreto a 90 millas de Libia. No sabían dónde estaban, pero en cuestión de pocos minutos sabrían que toda su aventura terminaba en desventura, que todo había sido en vano. Uno ya no estaba preocupado por nada: llevaba días muerto. Creían que les llevaban a Italia o España, y se habían imaginado paseando por los alrededores del Bernabéu madrileño o por la vía Veneto romana. Pocos conocían un idioma común con el que entenderse. Finalmente, por señas y con un inglés primitivo, fueron comprendiendo la cruda realidad: estaban en Libia y, con suerte, podrían regresar más o menos sanos y salvos a sus países de origen. 4o minutos quedaron sentados en el muelle, hundidos, asfixiados por la incertidumbre. Después, unos coches se los llevaron. Problema resuelto… No tienen nombre, ni cara, ni señas de identidad para nosotros. Tienen padre y madre, mujer e hijos, familia y amigos, como nosotros. De momento, no tienen futuro.

Hoy pocos se acordarán de ellos en España, pues hay cosas mucho más importantes en que pensar y de que preocuparse. Básicamente, qué equipo va a conseguir el título de Liga de Fútbol y si mañana habrá lluvias generalizadas en toda la península.

1 comentario:

  1. Si mañana hubieran lluvias generalizadas en toda la peninsula seria una gran noticia, tan buena como que esas 40 personas hubiesen llegado a España o Italia...

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