viernes, 15 de junio de 2007

Susurro cálido al oído


“Ni campanarios ni minaretes. A mí que mi amado me hable al oído”, dice el texto de la viñeta que El Roto nos ha regalado hoy en El País. No es preciso ningún comentario. Como agua fresca, como aire limpio, el susurro cálido del amante empapa cada poro de la vida, haciendo desaparecer altos y lejanos campanarios y minaretes.Lo escribe también Salinas en uno de sus poermas: "Para vivir no quiero islas, palacios, torres... ¡Qué alegría más alta vivir en los pronombres!". Vivir en un mundo donde lo más importante y valioso sea yo, tú, nosotros...

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