domingo, 1 de julio de 2007

Políticos en el paraíso








Mi primo Jacinto me envió el otro día este relato.




Un día, mientras caminaba por la calle, un dirigente de un importante partido político es trágicamente atropellado por un camión y muere. Su alma llega al paraíso (se dice que por error) y se encuentra en la entrada a san Pedro en persona.

-Bienvenido al paraíso –le dice san Pedro-. Antes de que te aposentes y te acomodes, parece que hay un problema. Verás., como muy raramente un político llega aquí, no estamos seguros de qué hacer contigo. Así que lo que haremos será hacerte pasar un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego podrás elegir dónde pasar la eternidad.

Y con esto san Pedro acompaña al político al ascensor, y baja, baja y baja hasta el infierno. La puerta se abre y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf. A lo lejos ve un club y de pie, delante de él, están también todos sus amigos políticos que habían trabajado con él, todos ellos vestidos muy elegantemente y muy contentos.

Corren a saludarlo, lo abrazan y recuerdan alegremente los buenos tiempos en los que se enriquecieron a costa del pueblo. Juegan un agradable partido de golf y, llegada la noche, cenan juntos en el club con langosta, caviar, cava y cuanto desean. Comparten también la fiesta y la noche con unas jovencitas hermosas y simpáticas.

Conoce también al Diablo, que es un tipo muy simpático y se lo pasa muy bien con todos contando chistes y bailando. El político se está divirtiendo tanto que, antes de que se dé cuenta, ya es hora de irse. Todos le despiden con abrazos y apretones de manos, y lo acompañan hasta el ascensor.

El ascensor sube, sube, sube y sube, hasta que se abre la puerta del Paraíso, donde san Pedro le está esperando.

-Ahora es el momento de pasar al paraíso –le dice san Pedro-. Así que el político pasa las 24 horas siguientes saltando de nube en nube, tocando el arpa y cantando. En un abrir y cerrar de ojos, pasan las 24 horas y san Pedro va a buscarlo.

-Ya has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes elegir dónde quieres pasar toda la eternidad.

El político, tras reflexionar un rato, le responde:

-Bueno, el paraíso ha sido precioso, pero creo que he estado mejor en el infierno.

Tras escucharlo, san Pedro lo acompaña de nuevo hasta el ascensor, y otra vez baja, baja, baja y baja hasta el infierno. Cuando las puertas del ascensor se abren, se encuentra en medio de una tierra desértica, donde no hay más que basura y desperdicios. Ve a todos sus amigos con harapos, recogiendo la basura y y metiendo los desperdicios en grandes bolsas. Al ver al diablo, le dice el político, medio lloroso y balbuceando:

-No entiendo… Ayer estuve aquí y había lindas mujeres, un campo de golf, un club y manjares exquisitos… Pero ahora todo lo que hay es un desierto, lleno de porquería. Incluso mis amigos parecen unos miserables…

El Diablo sonríe y le dice:

-AYER ESTÁBAMOS EN CAMPAÑA.

HOY… YA VOTASTE POR NOSOTROS…

2 comentarios:

  1. Es bueno con ganas.
    Por cierto, a ver si nos vemos.

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  2. Sí, es muy bueno.
    Claro, nos vemos.
    Abrazos y gracias

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