A vuelapluma entre Kant y el laicismo

Ahora, sumergido en el surgimiento y consolidación de la nueva asociación aragonesa MHUEL (Movimiento hacia un Estado Laico), me vienen a la mente ideas interesantes, dormidas plácidamente hasta hoy.

Por ejemplo, en La religión dentro de los límites de la mera razón (1793) Kant distingue entre “fe religiosa pura” y “fe eclesiástica”. Sólo en la primera reside la “fe moral” la única que, a juicio de Kant, santifica al hombre. La segunda, en cambio, es la religión históricamente asociada con las acciones de dominación temporal, con mortíferas consecuencias históricas. Por otra parte, Kant –nada sospechoso de anticristiano- es esencial en la historia del laicismo en la medida en que contribuye a forjar los conceptos modernos de libertad de conciencia y autonomía moral

Leer a Kant resulta a veces duro, pero quizá, más esta obra, hay que intentarlo.