martes, 25 de noviembre de 2008

Carta a J.A. Belloch, Alcalde de Zaragoza


Esta carta ha sido entregada y sellada en el Ayuntamiento de Zaragoza el día 25 de noviembre de 2008, a las 11,53 horas

Ayuntamiento de Zaragoza

Plaza del Pilar, 18

50071 – Zaragoza

A la atención de Don Juan Alberto Belloch Julbe

Alcalde de la ciudad de Zaragoza

Apreciado señor Alcalde:

Como Usted conocerá ya sobradamente, la semana pasada el Juzgado de lo Contencioso-administrativo nº 2 de Valladolid dictó una sentencia en la que obliga a un Colegio Público de esa misma ciudad a retirar los símbolos religiosos de las aulas y espacios comunes del centro, por entender que vulnera los derechos fundamentales reconocidos en los artículos 14 y 16.1 de la Constitución (igualdad y libertad de conciencia).

Entre otras cosas, la sentencia cita la reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional, en la que se recuerda que “el Estado se prohíbe a sí mismo cualquier concurrencia, junto a los ciudadanos, en calidad de sujeto de actos o de actitudes de signo religioso”, y se alude a “la laicidad y neutralidad del Estado”. Dicha sentencia indica además que “el Estado no puede adherirse ni prestar su respaldo a ningún credo religioso ya que no debe existir confusión alguna entre los fines religiosos y los fines estatales. Nadie puede sentir que, por motivos religiosos, el Estado le es más o menos próximo que a sus conciudadanos”.

Inmediatamente, el Grupo Socialista de las Cortes de Castilla y León aprovechó las aguas revueltas de la sentencia para exigir a la Junta de Castilla y León que los efectos de la sentencia antedicha se extendiera, de oficio, a todos los centros públicos de la Comunidad Autónoma, como “única forma de que se tutelen los derechos de las familias que no profesan la religión católica”.

Como es de esperar que esta postura del Grupo Socialista de las Cortes de Castilla y León no responde al oportunismo político, sino que refleja los principios y las convicciones políticas del Partido Socialista Obrero Español, en consonancia con el artículo 16 de la Constitución Española, no acabamos de entender la postura que a este respecto tienen Usted y su Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza.

No entendemos, por ejemplo, que Usted y su grupo hayan propuesto y defendido un Reglamento de Protocolo Municipal, donde “los miembros del Gobierno y de la Corporación municipal deberán asistir a todos los actos oficiales solemnes” (artículo 13.1), entre los que están incluidos la Procesión del Santo Entierro (Viernes Santo), la Procesión del Corpus Christi, la Procesión del Rosario de Cristal (13 de octubre) o san Valero, patrón de la ciudad (artículo 8,1a). Se supone que Ustedes representan a toda la ciudadanía zaragozana en calidad de Representantes institucionales democráticamente elegidos por el pueblo, y no entendemos qué hacen, por ejemplo, en una Procesión perteneciente a una determinada confesión religiosa o en una Misa Pontifical, como la última que compartieron con la oficiada por el cardenal Rouco Varela el pasado 12 de octubre en la Basílica del Pilar.

Tampoco entendemos su empeño, en esta ocasión proclamado como personal en un Pleno Municipal del pasado mes de abril, de trasladar desde su despacho a la sala de Plenos un crucifijo, que Usted plantifica a su derecha con todos los honores. De hecho, Usted proclamó públicamente en ese Pleno que ese crucifijo estaría allí mientras Usted fuese Alcalde.

Usted es juez desde hace muchos años. Usted es fundador de la Asociación Pro Derechos Humanos del País Vasco. Usted ha sido portavoz del Colectivo Jueces para la Democracia. Usted fundó la Asociación de Magistrados Europeos para la Democracia y las Libertades. Usted ha sido ministro de Justicia. ¿No cree que lo que acaba de reconocer un Juez de Valladolid sobre la aconfesionalidad en los centros públicos de enseñanza debería aplicarse igualmente a su propio Ayuntamiento, así como también a todas y cada una de las instituciones públicas del Estado español?

Usted tiene el carné del Partido Socialista Obrero Español desde hace doce años. ¿Cree Usted que Pablo Iglesias, Indalecio Prieto, Julián Besteiro o Largo Caballero entenderían su postura y la del Grupo Socialista en el Ayuntamiento zaragozano en algunas de sus actuaciones institucionales, abiertamente confesionales?

Señor Belloch, con esta carta no esperamos de Usted y de su Ayuntamiento beligerancia alguna contra ninguna confesión religiosa, sino sólo que sean exquisitamente neutrales en este ámbito. En otras palabras, tal como dice nuestra Constitución, aconfesionales.

Sin otro particular, le saludamos atentamente

Suscribimos esta carta 27 miembros-socios de MHUEL, Movimiento Hacia un Estado Laico, en Zaragoza el día 25 del mes de noviembre de 2008.

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