domingo, 31 de mayo de 2009

Según algunos, la Biblia es la palabra misma de Dios. Aquí va un fragmento (Libro de Jueces, 19), para ver si hay algún otro fragmento literario con mayor desprecio hacia la mujer:
Resalto algunas frases al final del texto:

1. En aquel tiempo, cuando no había rey en Israel, un levita que vivía como forastero en los confines de la montaña de Efraím, tomó por concubina a una mujer de Belén de Judá.
2. Pero su concubina le fue infiel y lo abandonó, yéndose a la casa de su padre en Belén de Judá, donde permaneció unos cuatro meses.
3. Entonces su marido fue detrás de ella, para hablarle al corazón y hacerla volver. Él llevaba consigo un servidor y dos asnos. La joven lo hizo entrar en la casa de su padre, y este, al verlo, le salió al encuentro lleno de alegría.
4. Su suegro, el padre de la joven, lo retuvo en su casa, y el levita se quedó con él tres días: comieron, bebieron y pasaron la noche allí.
5. Al cuarto día, se levantaron de madrugada y el levita se dispuso a partir. Pero el padre de la joven dijo a su yerno: "Repara tus fuerzas con un pedazo de pan, y luego partirán".
6. Entonces se sentaron a comer y beber los dos juntos. El padre de la joven le dijo: "Te invito a quedarte esta noche, para pasar un momento agradable".
7. El hombre se levantó para ponerse en camino, pero su suegro le insistió tanto, que él cambió de parecer y pasó la noche allí.
8. Al quinto día, se dispuso a partir de madrugada, pero su suegro le dijo: "Repara antes tus fuerzas". Y se entretuvieron, comiendo los dos juntos hasta muy avanzado el día.
9. Cuando el levita se levantó para partir con su concubina y su servidor, el padre de la joven le dijo: "Ya se está haciendo tarde. Quédate aquí esta noche y pasarás un momento agradable. Mañana de madrugada se pondrán en camino y regresarás a tu casa".
10. Pero el hombre no quiso quedarse, sino que se levantó y partió. Así llegó frente a Jebús –o sea, Jerusalén– llevando consigo los dos asnos cargados, además de su concubina y su servidor.
11. Cuando estaban cerca de Jebús, ya era muy tarde, y el servidor dijo a su señor: "Apartémonos del camino para entrar en esta ciudad jebusea y pasar la noche allí".
12. Pero su señor le respondió: "No nos apartemos para entrar en una ciudad extranjera, que no pertenece a los israelitas. Sigamos de largo hasta Guibeá".
13. Luego dijo a su servidor: "Vamos a acercarnos a uno de esos poblados; pasaremos la noche en Guibeá o en Ramá".
14. Siguieron de largo, y a la puesta del sol estuvieron frente en Guibeá de Benjamín.
15. Entonces se apartaron del camino para ir a pasar la noche en Guibeá. Al llegar, el hombre se quedó en la plaza de la ciudad, pero nadie los invitó a su casa para pasar la noche.
16. Entonces llegó un anciano, que al atardecer volvía de trabajar en el campo. Era un hombre de la montaña de Efraím y residía en Guibeá como forastero, porque la gente del lugar era benjaminita.
17. El anciano alzó los ojos y vio al viajero que estaba en la plaza de la ciudad. "¿De dónde vienes y adónde vas?" le preguntó.
18. "Estamos de paso, le respondió él; venimos de Belén de Judá y vamos hasta los confines de la montaña de Efraím, porque yo soy de allí. Fui a Belén de Judá, y ahora estoy de regreso. Pero no hay nadie que me reciba en su casa,
19. aunque tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también pan y vino para mí, para mi mujer y para el servidor que me acompaña. No nos falta nada".
20. El anciano le dijo: "La paz esté contigo. Yo proveeré a todas tus necesidades. No pases la noche en la plaza".
21. Entonces lo llevó a su casa y dio de comer a los asnos. Y ellos se lavaron los pies, comieron y bebieron.
22. Estaban pasando un momento agradable, cuando los hombres de la ciudad, gente pervertida, rodearon la casa y comenzaron a golpear la puerta, diciendo al anciano dueño de casa: "Trae afuera al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él".
23. Pero el dueño de casa se presentó ante ellos y les dijo: "No, hermanos míos, no obren tan perversamente, porque ese hombre es mi huésped. ¡No cometan esa infamia!
24. Yo tengo a mi hija, que es virgen: se la traeré afuera, para que ustedes abusen de ella y la traten como mejor les parezca. Pero no cometan semejante infamia con ese hombre".
25. Sin embargo, ellos no quisieron escucharlo. Entonces el levita tomó a su concubina y la llevó afuera. Los hombres se aprovecharon de ella y la maltrataron toda la noche hasta la madrugada, y al amanecer, la abandonaron.
26. La mujer llegó de madrugada y se cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su marido. Allí quedó hasta que fue el día.
27. Por la mañana, su marido se levantó, abrió la puerta de la casa y salió para continuar su camino. Al ver a la mujer, su concubina, que estaba tendida a la puerta de la casa, con la mano sobre el umbral,
28. le dijo: "Levántate, vamos". Pero no obtuvo respuesta. Entonces el hombre la cargó sobre su asno y emprendió el camino hacia su pueblo.
29. Cuando llegó a su casa, tomó el cuchillo y partió en doce pedazos el cuerpo de su concubina. Luego los envió a todo el territorio de Israel.
30. El levita había dado esta orden a sus emisarios: "Digan esto a todos los hombres de Israel: ‘¿Ha sucedido una cosa igual desde que los israelitas subieron del país de Egipto hasta el día de hoy? Reflexionen, deliberen y decidan’". Y todos los que lo veían, exclamaban: "¡Nunca ha sucedido ni se ha visto una cosa semejante, desde que los israelitas subieron de Egipto hasta el día de hoy!".

miércoles, 27 de mayo de 2009

La Muela del juicio


Al día siguiente de que el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, no presentase facturas ni pruebas verosímiles en un asunto donde está imputado por un delito de cohecho ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia, que investiga una larga, ancha y profunda trama de corrupción entre cargos del PP, a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se le ocurre reclamar “miles de votos” para compensar cada instante del sufrimiento padecido por Camps y su familia, y al mismo tiempo castigar a los malvados acusadores (“inquisidores”, según Rajoy), los socialistas. Más allá de la presunción de inocencia debida a todo acusado, emergía así, una vez más, una forma perversa de hacer política: la verdad es suplida (¿suplantada?) por el griterío, las vísceras, el maniqueísmo, la aclamación de lo propio y la demonización del adversario.

Sin embargo, la ciudadanía no es tonta: toma nota, pasa por el tamiz de su criterio ético y personal, incluso simplemente de su sentido común, tanto lo que ve como lo que no ve, mas debería ver. El caso Yak-42 ha acabado con penas de tres años de cárcel para un general y de 18 meses para dos ayudantes por falsear la identificación de veintitantos cadáveres. Ninguno de los tres pasará por la cárcel ni será privado de los honores y condecoraciones otorgadas (de hecho, Federico Trillo concedió al general ahora condenado la Gran Cruz del Mérito Militar como premio por su actuación en el caso Yak). Y Trillo se va de rositas, pues ni él ni Aznar han resultado acusados. Sorprendentemente, Rajoy montaba en Alicante un acto de apoyo y desagravio a Camps y a Trillo, juntos, en unión, espantando acusaciones, negando redes de corrupción, angelizando a los suyos, satanizando a los demás, afeitando los bigotes molestos del jefe valenciano de la red empresarial de corrupción que dirigía Francisco Correa.

La ciudadanía mira con envidia cómo el presidente de la Cámara de los Comunes, Michael Martin, anunciaba que dejará su cargo el 21 de junio. Gran Bretaña se ha estado moviendo entre el desconcierto y el cabreo por el escándalo generado tras la publicación de los variopintos gastos de los Diputados. Pues bien, en lugar de optar por el escapismo sistemático de la quema, tan típico en nuestros mundos celtibéricos, dimite el sacrosanto speaker del Parlamento británico, algo inédito en más de 300 años de su historia democrática.

Un político, como cualquier otro ser humano, puede equivocarse, y en tal caso se le puede/debe exigir responsabilidades, al igual que se hace con los hijos, los alumnos, los empleados, los directivos, los médicos, los policías, los cajeros de un banco o los repartidores de la compra en el supermercado. Poca gente, sin embargo, es tan corporativista y elude tanto las responsabilidades como la clase política, debido quizá a algún automatismo oculto en alguna zona poco evolucionada del cerebro humano o a que ponen de inmediato sus barbas a remojar al contemplar que las del próximo están en peligro inminente de ser rasuradas. Así las cosas, parecería a muchos un acto grandioso en el mundo de la vida pública hispana si un político dijese alguna vez abierta y públicamente: Me he equivocado.

En Aragón no podemos ser menos y nos está saliendo La Muela del juicio. Con independencia del proceso penal y de cuanto depende del juez que instruye el caso, Alfredo Lajusticia, dejando ahora aparte la identidad y los cargos de quienes están en prisión por el caso Molinos, lo cierto es que en el municipio regido hasta hace unos meses por el PAR y su alcaldesa María Victoria Pinilla existe una ingente montaña de corrupción y corruptelas, cohecho, exacciones ilegales, prevaricación, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas a funcionarios, malversación de caudales públicos, fraude, blanqueo, falsedad documental… Pues bien, en Aragón, cual un nuevo caso Yak-42 redivivo, meten en la cárcel e imputan a unas personas que, al parecer, no tenían jefes que se enteraran de nada o se dieran por enterados de algo. Y es que los que más vista tienen suelen ser unos redomados artistas en hacer la vista gorda.

La cosa es que en las cúpulas políticas aragonesas to er mundo e güeno. El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, echa la culpa de los desaguisados a la Ley del Suelo de 1998; o sea, al PP. El portavoz del PP, Eloy Suárez, reclama responsabilidades políticas inmediatas, lo que hace pensar de inmediato por qué no va a la madrileña calle Génova y suelta allí ese mismo discurso. Biel, Boné y el PAR entero, mientras, callan. Por lo visto, las enormes fortunas amasadas, la expansión vertiginosa de algunos planes urbanísticos, las conversaciones telefónicas con la alcaldesa recogidas en el sumario, sus mediaciones, sus influencias no conciernen a nadie. El PAR calla y su silencio es tan grande que ensordece a la ciudadanía aragonesa. De paso, tampoco el gobierno aragonés del que forman parte apenas ha visto, oído y dicho algo. Con un par…

martes, 19 de mayo de 2009

Representando a MHUEL

El 15 de abril representé a MHUEL en Aragón Televisión con motico de la presentación oficial de la asociación. Por problemas técnicos, no he podido colgarlo en You Tube hasta ahora

Devenir


Ya decía Heráclito que todo es devenir, que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río. Desde entonces, el pensamiento y la experiencia nos muestran a cada instante que todo deviene, cambia, queda superado. Nuevas realidades ocupan el sitio de otras, caducas. Hay personas, ideologías e instituciones que niegan el devenir: consideran que sus ideas y sus instituciones son eternas, no están sujetas al tiempo. Cambian sus accidentes, pero permanece su substancia. Hoy el dibujante El Roto nos regala una viñeta donde todo ello queda palmariamente claro:

Se me/nos ha muerto Benedetti

domingo, 17 de mayo de 2009

La montaña ya ha parido

Artículo a publicar el miércoles, día 20 de mayo.

Ya se habla mucho menos de la gripe A y del virus N1H1 en los medios de comunicación. Menos mal. Ya ha cumplido su misión, ya ha dirigido durante una temporada la mirada de la ciudadanía bienviviente hacia panoramas menos inquietantes, más aquietantes. La montaña ha dejado de tronar y temblar. La montaña ha parido: es un ratoncito precioso, con un lacito azul celeste en su cuello y de nombre Protocolo Preventivo. Ya podemos volver a hablar de Obama, de ZP, de Florentino Pérez y de la final de la Champions. Ya podemos quitarnos la mascarilla de la cara. Las vacaciones de verano están más cerca. Ya suenan sus claros clarines. Venga, olvidemos los problemas. Pelillos a la mar.

Alguno aún nos vendrá ahora hablando de cosas nimias, sin importancia, pero no debemos hacerle caso. Irá contando, por ejemplo, que África Occidental lleva meses soportando una epidemia de meningitis que afecta ya a más de 60.000 personas y que ha llevado a la tumba a cerca de 2.000 infectados. Ciertamente, son muchos más que los 1.000 afectados y los 44 muertos por el virus N1H1 en el mundo, pero los subsaharianos no tienen por qué asomarse a la ventana de nuestros televisores a la hora de comer o de cenar, ni estropearnos la tostada del desayuno mientras hojeamos plácidamente el periódico. Un niño muerto en Texas por gripe A conmovió al mundo, pero los miles de niños de Níger, Chad, Nigeria y Burkina Faso enfermos por los virus y las bacterias de la meningitis no nos afectan por la sencilla razón de que nada sabemos de ellos: no aparecen en nuestros medios de comunicación y, ya se sabe, lo que no existe en y para los medios no existe para nadie. Punto.

Nos han repetido hasta la saciedad que en los atentados del 11-S murieron 2.973 personas, incluyendo las 2.602 víctimas de las Torres Gemelas de Nueva York. Sabemos igualmente que los culpables de esos atentados fueron unos esbirros del terrorismo islámico e internacional. Sin embargo, en unos pocos meses han muerto 2.000 solo de meningitis en África Occidental, y nadie es culpable y tampoco nadie pestañea, si bien los 44 muertos por la gripe A han estado perturbando gravemente el sueño de media humanidad (la bienviviente). La encuesta Lancet 2006 de víctimas de la guerra de Irak calcula en 654.965 los iraquíes muertos desde marzo de 2003 hasta finales de junio de 2006. Pero nadie es culpable. Una Investigación de la Opinión de encuesta empresarial (ORB) realizada en agosto de 2007 estimó en 1.220.580 las muertes violentas debidas a la guerra de Irak. Pero nadie es culpable. Esos muertos no existen, pues apenas sabemos de ellos, ya que las agencias de comunicación velan por nosotros, por nuestro bienestar, y se encargan de cortocircuitar las noticias molestas. Como las de la epidemia de meningitis en el oeste africano.

De hecho, es mucho más grave que el sistema de bienestar occidental se vea amenazado por un virus que previamente el humano ha transmitido al cerdo y que se ha llevado por delante a 44 personas en el mundo que 60.000 seres humanos estén ya infectados por otro virus que inflama las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal y que 2.000 de ellos hayan ya fallecido por esta causa. Eso sí, con tal de que todos ellos sean subsaharianos y no puedan volar ni hacia Europa ni hacia Norteamérica. Por otro lado, llueve en esas tierras africanas sobre mojado: en 1996 ya hubo en el oeste africano otra epidemia de meningitis que afectó a 213.658 personas y llevó a la tumba a 25.000. O sea, diez veces más que los muertos en el atentado del 21-S en Nueva York.

Y la cosa no acaba ahí. Vacunar a una persona contra la meningitis cuesta la escalofriante cifra de un euro. Médicos Sin Fronteras se ha ofrecido para vacunar gratuitamente a toda la población a su alcance, pero apenas da abasto y, para colmo, Nigeria obliga a la población a costearse el medicamento, cosa que resulta prohibitiva para la mayoría de los afectados. Y es que los virus y las bacterias causantes de la meningitis son de lo más puñetero y normalmente se empeñan en cebarse con la población de las zonas más pobres del planeta. Se contagian además por la nariz y la boca y en África Occidental, además de vivir hacinados y en muy deficientes condiciones sanitarias y de vida, no tienen mascarillas que ponerse, entre otras cosas porque en España las hemos agotado en todas las farmacias.

Sin embargo, no todo es malo y negativo, pues nuestro Gran Hermano vela para que no conozcamos y veamos cosas tan lamentables y desagradables.

¿Acaso no son otros talibanes?



Entre toda la gente que paseaba por el Parque esta mañana de domingo, la mayoría pacífica y amigable, hemos topado con una minoria que insulta, que reacciona con violencia, muy intolerante e intransigente . Todo por recibir un folleto de la Campaña contra la casilla de la iglesia católica en la declaración de la renta. Me han hecho recordar otros tiempos en que la violencia era llamada "cruzada". Esa misma gente saca a sus idolos, imágenes y muñecos por las calles de todos. Mantiene un Concordato y unos Acuerdos entre el Vaticano y el Estado español que rayan en la anticonstitucionalidad. Se afinca en la nostalgia de otros tiempos pasados, oscuros y carentes de libertad.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Lenguajes, ejércitos y armadas

El filólogo Max Weinreich dejó escrito a mediados del siglo XX que “una lengua es un dialecto con un ejército y una armada”; es decir, suele ser considerada solo dialecto por carecer de ejército y de armada. Si se cuenta con el poder de la fuerza, puede decidirse también la valoración social que han de asumir los lenguajes y los hechos en una determinada sociedad y determinar las fronteras que separan las expresiones y las palabras socialmente aceptables de aquellas otras que quedan proscritas o excluidas.

Así, por ejemplo, el poder tiende a mantener a la libertad siempre en libertad condicional, de tal forma que quien contraviene los límites establecidos de las leyes y las buenas costumbres corre el riesgo de ser considerado despectivamente un libertino. Eso explica que, cuando ese poder ha estado exclusivamente en manos del conservadurismo ideológico, como es el caso de España, el diccionario oficial de la nación establezca que el libertinaje consiste también en la “falta de respeto a la religión”, o que librepensador no es quien piensa libremente, sino quien osa reclamar independencia “de todo criterio sobrenatural”. Es decir, quienes no aceptan un criterio “sobrenatural” en su forma de pensar y de vivir quedan convertidos automáticamente en librepensadores y, por lo tanto, condenados a morar en las mismas mazmorras oficiales que el ateo, el masón, el libertino, el comunista, el libertario…

Si alguien piensa u opina al margen o en contra de las doctrinas oficiales de quienes poseen un ejército y una armada es un heterodoxo (o sea, alguien que tiene unas ideas diferentes, desviadas o contrarias a la única ideología verdadera, la ortodoxia), con el añadido de que el oficialmente ortodoxo no implanta su ideología mediante el razonamiento y la argumentación, sino por medio del ejército y la armada que lo sustentan. Y el pueblo suele aceptar este estado de cosas sin rechistar. Como botón de muestra, la ortodoxia tiene potestad para destruir todos los tótems ajenos (considerados ídolos falsos y supersticiones) y colocar en su lugar a sus propios tótems (imágenes sagradas, que se veneran en los templos y se pasean de vez en cuando por las calles como iconos de la única religión verdadera). A lo largo de la historia de la humanidad, las sucesivas ortodoxias han ido destruyendo ídolos y erigiendo imágenes en nombre del dios que en cada caso quedaba amparado por el ejército y la armada del poder que había conseguido la hegemonía en un territorio determinado. Por supuesto, los destructores de ídolos y erectores de imágenes están convencidos de que sus dioses son tan únicamente verdaderos como eternamente definitivos, por lo que, según ellos, quienes proponen alguna idea diferente pertenecen a sectas y hacen proselitismo, pero quienes van a persuadir a los paganos e infieles con sus propios tótems y su propia ideología son misioneros y hacen apostolado.

La derechona ideológica hispana y católica, gracias al privilegio de poseer las llaves de la verdad, gracias también al amparo de los ejércitos y las armadas, ha decretado que cuanto difiere o disiente de su ortodoxia, o es irrelevante o ha de ser extirpado por cualquier medio. Teodosio y Recaredo, Isabel y Fernando, Felipe II y Fernando VII, Primo de Rivera y Franco lo han ido dejando claro a lo largo de la historia. Esa derechona, que con tanta fuerza pervive en nuestro país, pretende seguir siendo el epicentro rector de la moral y las costumbres, de la estricta vigilancia de las libertades, de la extirpación quirúrgica de las heterodoxias sociales, políticas e ideológicas.

Así, quien no se adscribe a su ideología es un in-fiel (falto de fidelidad, “que no profesa la religión considerada como verdadera”, RAE), un des-creído o un in-crédulo (“sin creencia, porque ha dejado de tenerla”, RAE), un im-pío (falto de piedad, “falto de religión”, “contrario u hostil a la religión”, RAE). Quien se aparta de la línea oficial de pensamiento es un hereje (uno de cuyos significados es “desvergonzado, descarado, procaz”, RAE), quien niega o rechaza la religión es un a-teo, y quien pone en entredicho la capacidad misma de plantear y conocer una presunta dimensión ultranatural es un a-gnóstico. En todos estos casos, el lenguaje muestra que la ortodoxia oficial ha establecido que las ideas y las normas propias se definen en positivo, mientras que las contrarias se presentan en términos negativos, es decir, como una carencia de lo que se debe ser y pensar. Y en el caso de que alguien se empeñe en seguir hablando dialectos, para eso están los cañones del ejército y la armada.

jueves, 7 de mayo de 2009

martes, 5 de mayo de 2009

Máscaras y mascarillas

Artículo a publicar el miércoles. día 6, en El Periódico de Aragón

No hay forma de abrir un periódico o ver un telediario sin que haga inmediatamente su aparición el virus H1N1: ha perpetrado la intolerable osadía de entrar sin llamar en las casas del mundo rico y desarrollado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) va convocando reuniones de urgencia para elevar los niveles que desembocan en la pandemia y los Gobiernos del mundo desarrollado intentan tranquilizar a la población, pertrechada de máscarillas paseadas por calles y plazas, con los millones de antivirales que ya tienen en depósito.

Sorprende, sin embargo, lo poco que se ha reunido hasta ahora la OMS por las pandemias ya existentes en el tercer mundo y por la sangría de muertes y enfermedades que originan sin que los países ricos y sus medios de comunicación se crean especialmente concernidos. Muere un bebé (eso sí, mexicano de visita en el país, ¡que conste!) en un hospital de Houston por la gripe porcina y se arma la marimorena en todo el mundo, pero mueren cada día decenas de miles de bebés y de niños en el tercer mundo por disentería, falta de vacunas y medicinas básicas o malnutrición y solo les mandamos unos cuantos euros por navidad.

El hecho es que tras la muerte de ese bebé en Texas, la directora de la Organización Mundial de la salud, Margaret Chan, afirmaba que “toda la humanidad está en peligro” y pedía a la industria farmacológica un esfuerzo especial para aumentar su capacidad de producción de antivirales. Es decir, lo que hace cada día del año en relación, por ejemplo, con la malaria, el dengue, o la tuberculosis en el tercer mundo. Advierte también la OMS de que hará falta medio año para conseguir una vacuna eficaz contra el H1N1; es decir, una nimiedad, comparada con toda una vida y toda una muerte de millones de seres humanos del cuarto mundo por carecer hasta de las vacunas más elementales.

Francia y otros países de la UE recomiendan cerrar el tránsito aéreo a México para evitar contagios, pues sobre todo su juventud acostumbra a visitar el país por viajes de estudios, de novios o de recreo. De igual forma, el mundo rico impide también a las personas pobres del tercer mundo que viajen a sus costas en pateras o dentro de maleteros de coches o en los sitios más inverosímiles de un camión. Eso es mucho más que una posible pandemia por el virus H1N1, pero la OMS no manda en los países ricos, por lo que solo les recomienda caritativas donaciones del dinero que lleven suelto en sus bolsillos.

La OMS incluso ha elevado el nivel de alerta al comprobar que en Norteamérica y la Unión Europa se han producido ya contagios indirectos del virus (es decir, entre personas que no han estado en México y aledaños). El Centro Europeo de Control de Enfermedades declaraba recientemente que no descarta posibles fallecimientos en Europa debidos a la gripe porcina, mientras muchos de sus países miembros analizan concienzudamente en secciones especiales de sus hospitales si algunos casos pueden deberse o no al contagio del H1N1. Para nuestra tranquilidad, vemos en nuestros televisores a jóvenes de rostro saludable y sonrisa resplandeciente, tratados, estudiados y cuidados con esmero en un impecable cuarto hospitalario, mientras una voz en off asegura que el contagiado evoluciona favorablemente y que ese virus es perfectamente tratable con los actuales medios, si se detecta a tiempo (y si no se le ocurre mutar, toquemos madera).

No se trata de despreciar los riesgos y las dimensiones que puede llegar a alcanzar la gripe porcina, pero sí llama la atención la desmesura con que es percibido y afrontado un problema sanitario, según afecte o no al plácido bienestar del mundo rico.

El panorama sería bien distinto, incluso dantesco, si el virus se propagase hacia el sur. De hecho, existen casos sospechosos y más que sospechosos, por ejemplo, en Costa Rica, Colombia, Corea del Sur, Perú, China, Ecuador y Brasil, por lo que allí sí se podría hablar de una verdadera pandemia en la zona. Basta comparar los casos reconocidos de fallecimiento por virus porcina en México y en el mundo desarrollado, y relacionarlos con la existencia o inexistencia de medios y recursos sanitarios suficientes. El problema se agravaría aún más si los contagios llegasen al continente africano. Son incalculables los daños que produciría la gripe porcina en el cuarto mundo; por ejemplo, en países como Mozambique, Haití, Zambia o Etiopía. De propagarse en esas zonas el virus H1N1, quedaría instaurada la enésima vía de padecer y morir para decenas de millones que allí padecen y mueren sin que ninguno de ellos asome la nariz por la ventana de nuestros televisores.