jueves, 31 de marzo de 2011

Versos rojizos en atardecer embotado



Atardece...
Huye la luz dolorida.
En el libro de la vida
bailan las letras borrosas.
Mensaje cifrado. Sombras.
Intento orientarme en tu cuerpo;
escucho el estrépito:
 choque asesino.
(fiat lux...)
Y aparece triunfante la noche...
negrura del aire.
Jadeos, estertores, ritos aburridos.
Amanecer
(¿cuándo? ¿cuándo?)

Atardece...

Un axioma socioeconómico


martes, 29 de marzo de 2011

Aeropuertos sin aviones y balanzas desequilibradas


Publicado en El Periódico de Aragón el 30 de marzo

La semana pasada el presidente de la diputación de Castellón, Carlos Fabra, el hombre con más suerte del mundo por la cantidad de veces que le ha tocado el Gordo de la lotería, inauguró el aeropuerto de Castellón, un aeropuerto sin aviones, pues ni siquiera están iniciados los trámites para que los aviones puedan volar hasta allí, y que ha costado a las arcas públicas 151 millones de euros. El señor Fabra ha introducido así un cachivache más (aeropuertos sin aviones) en el universo de los entes inútiles: paraguas sin lluvia, música sin sonido, libros sin palabras, bombillas sin electricidad, colegio sin alumnado o gaviotas sin vergüenza.
Al señor Fabra, que cuenta con una escultura en su honor de 24 metros de alto y 18 de diámetro en la entrada del aeropuerto, le ha vuelto a tocar la lotería: tras estar imputado, entre otras cosas, en cinco delitos fiscales tras haberse detectado 3,6 millones de euros de origen no justificado entre 1999 y 2003 y un fraude a las arcas públicas de 1,7 millones de euros, la Audiencia de Castellón resolvió archivar cuatro de los cinco delitos fiscales, por entender que estaban prescritos. Remitiéndonos a los hechos contantes y sonantes, al currante y al ciudadano de a pie nunca les prescribe nada, pero la gente que mangonea el cotarro de lo público y del dinero tiene una suerte enorme en asuntos fiscales, financieros y judiciales.  Sin embargo, el caso Fabra no es algo excepcional, sino una gota más en la calma chicha de las aguas judiciales.
Otra gota más: en unas semanas se cumplirá un año de la hiperideologizada sentencia de una Sala de lo Contencioso de Zaragoza sobre un recurso de la asociación aragonesa MHUEL en relación con la presencia de símbolos confesionales en los espacios públicos del Ayuntamiento de Zaragoza. No se trata de que el Tribunal avalase o no la postura del alcalde Belloch sobre el asunto, sino de los fundamentos, sesgadamente ideológicos, en que se basó la sentencia. El Derecho y la aplicación de la ley no funcionan como la matemática, la lógica formal o la metodología científica, pero en ningún caso deberían ser reflejo y aval del poder establecido y de quienes realmente tienen la sartén por el mango en la sociedad donde vivimos el resto de los mortales.
Algo similar tuvo lugar a finales de febrero cuando la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo rechazaba el recurso del doctor Luis Montes y otros 39 trabajadores del hospital “Severo Ochoa” de Leganés exigiendo una indemnización moral y económica por daños y perjuicios a la Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid, promotora institucional de la denuncia, al haberse producido "no solo una sensación de enorme miedo, desconfianza y alarma social en los ciudadanos sino también un daño en la dignidad, honor y buen nombre" de los trabajadores.  Previamente, la Audiencia Provincial de Madrid había ratificado el sobreseimiento y archivo de las actuaciones por las presuntas sedaciones irregulares y posteriormente el Tribunal Superior de Justicia de Madrid había desestimado la responsabilidad patrimonial de la Administración regional por los daños y perjuicios causados por la actuación de las autoridades y personal al servicio de la misma.
Suele simbolizarse la justicia como una mujer con los ojos vendados que sostiene una balanza, pero a veces da la impresión de que ha dejado la venda a un lado y que el fiel de la balanza no está siempre equilibrado. Partiendo de que buena parte de los jueces y las sentencias se encaminan a hacer justicia (en el mejor y pleno sentido del término), no deja de sorprender en algunos casos la carencia de ecuanimidad, equilibrio y sensibilidad de algunos tribunales. No tiene explicación, por ejemplo, que incluso el Tribunal Supremo no haya valorado realmente el daño infligido en lo moral, lo profesional y lo social a los cuarenta trabajadores sanitarios del Hospital “Severo Ochoa”, de Leganés, legitimando, de hecho, indirectamente la persecución política e institucional a unos ciudadanos.
El mundo del Derecho debería ser muy consciente de que en un país democrático puede fallar el poder ejecutivo o el legislativo y proceder a su renovación sin grandes traumas, pero el mal funcionamiento o el descrédito del Poder Judicial puede acarrear gravísimos daños en el sistema y las reglas  de convivencia que nos hemos otorgado.
Escribe Marx que las leyes y el poder judicial de una nación forman parte de su superestructura: el conjunto de elementos e instituciones jurídico-políticas e ideológicas, tales como el derecho, el estado, las religiones,, etc., que están en función de los intereses de los grupos e intereses dominantes en una sociedad. El mundo de las leyes y las sentencias sería entonces un fiel reflejo y serviría de aval y justificación del sistema económico y político imperante.

Se puede decir más alto, pero no más claro


La metamorfosis de un cuento muy visto


Publicado en Andalan el 30 de marzo de 2011

 

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobaba el 17 de marzo pasado una resolución que permite el uso de la fuerza para imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia y para proveer asistencia y protección a la población civil de ese país. Dicha resolución autoriza a “los estados miembros a tomar todas las medidas necesarias” para impedir el vuelo de los aviones de Gadafi y asistir a los civiles.
Ni corto ni perezoso, el Pentágono manifestaba ese mismo día que Estados Unidos disponía ya de recursos militares en el Mediterráneo como para actuar de inmediato (es decir, blanco y en botella). Esto dejaba en papel mojado una anterior resolución del Consejo, que acudía al Tribunal Internacional de La Haya como vía de solución e imponía por esa vía un embargo de armas y un bloqueo de fondos en el exterior.
Los “países miembros” quedan transformados así en “fuerzas aliadas” bajo la dirección de los Estados Unidos de Norteamérica. No obstante, los medios siguen empleando la expresión “la comunidad internacional” para describir a las fuerzas militares que a las pocas horas entraban en acción: USA, Francia, Reino Unido, Egipto, Emiratos Árabes, Qatar y España, entre otros, cargan con sus respectivos mochuelos en el asunto. La OTAN y la Liga Árabe respaldaban asimismo la imposición de una zona de exclusión aérea.
Diez días después, la OTAN decidía asumir la dirección de toda la campaña militar, incluidas las operaciones de ataque a tierra que pudieren ser necesarias para cumplir el mandato de Naciones Unidas de “proteger a la población civil y a las áreas habitadas bajo amenaza de ataque del régimen de Gadafi”. Ahora los “países miembros” y la “comunidad internacional”, mutadas al poco tiempo en “coalición internacional”, aparecen sin tapujos como lo que seguramente habían previsto desde el principio: OTAN.
Consultado y leído detenidamente el Tratado de Washington del Tratado del Atlántico Norte, no he hallado un solo artículo que avale legalmente la intervención de la OTAN en el espacio aéreo y el territorio libios.
Tras leer en su artículo 1 con cierta estupefacción que los países miembros de la OTAN “se comprometen (…) a resolver por medios pacíficos cualquier controversia internacional en la que pudieran verse implicadas de modo que la paz y seguridad internacionales, como la justicia, no sean puestas en peligro, y a abstenerse en sus relaciones internacionales de recurrir a la amenaza o al empleo de la fuerza de cualquier forma que resulte incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas”, en el artículo 5 se dice que “acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, ser considerado como un ataque dirigido contra todas ellas, y en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas (…) ayudará a la Parte o Partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte. Cualquier ataque armado de esta naturaleza y todas las medidas adoptadas en consecuencia serán inmediatamente puestas en conocimiento del Consejo de Seguridad. Estas medidas cesarán cuando el Consejo de Seguridad haya tomado las disposiciones necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales”.
En resumidas cuentas, no tiene sentido que la OTAN esté dirigiendo las operaciones militares en Libia. Tiene, sin embargo, pleno sentido si la OTAN es el gendarme de la porra mundial para conservar el sistema político y económico internacional.
En agosto de 2006, José María Aznar decía en una entrevista en la BBC: “Transformar la OTAN porque la OTAN se creó para defender nuestras libertades y derechos de las amenazas de la Unión Soviética, pero ésta ya no existe. Pero los terroristas existen. Y el objetivo de OTAN es garantizar nuestra libertad, nuestra democracia, nuestra prosperidad. ¿Cuál es la principal amenaza en el mundo en este momento? El terrorista. Desde mi punto de vista, el objetivo de la OTAN debería ser luchar contra el terrorismo. Para garantizar mejor la libertad, y la estabilidad, y la democracia, y la seguridad. Y yo propongo una nueva dimensión en el… en el… en la OTAN, es la dimensión de seguridad de la patria. Un nuevo comandante de la OTAN… un comandante que se dedique a luchar contra el terror… y una ampliación en la OTAN… Ya no es necesario ceñirse a los países de Europa Oriental… de los países comunistas… sino a otros países… en la vía de luchar contra el terror… por ejemplo…”.
Y otra perla de Josemari: “Si es necesario, sí. Porque considero que Israel es una parte esencial del mundo occidental. Y considero que mis intereses, mi democracia, mi libertad, mi prosperidad, mi libertad, en gran medida pasan en este momento por la existencia de Israel… y esta lucha es una lucha vital para el… la existencia de uhmmm de… para Israel,… es vital para su existencia…. y ellos combaten el terrorismo… y yo apoyo esta idea de que es necesario garantizar la existencia de Israel… Israel es una parte del mundo occidental.”
Pues eso…

Yo también


domingo, 27 de marzo de 2011

Reflexiones sobre la vida y la muerte


El último pleno de la legislatura de las Cortes de Aragón sirvió para aprobar la ley de muerte digna con un amplio consenso y el único rechazo del PP, que la considera una "trampa" hacia la eutanasia. Ricardo Canals (diputado en las Cortes por el PP) manifestó que el verdadero objetivo de la ley era dar "dos pasos" adelante hacia la eutanasia y que la ley es una "trampa" hacia esa práctica ilegal en España.
Ante semejante carencia de sensibilidad y tamaña cantidad de prejuicios por parte del diputado del PP, dejo aquí un artículo que hace unos meses publiqué en la revista DMD de la Asociación Derecho a Morir Dignamente:

REFLEXIONES SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE

Paseo un rato con Séneca, leyendo sus Cartas, saboreando sus Consolationes. Hago mías también sus recomendaciones: dejarse mecer por el pensamiento que refleja una forma de vida, que enseña a vivir, que incita a vivir una vida buena y una buena vida. Junto a él, me siento penetrado por la naturaleza, acaricio esa fuerza interior que me otorga identidad  y energía, me sé animal inteligente y libre dentro de mis contornos y limitaciones. Sé que solo así he logrado a veces rozar con los labios del alma la piel del bienestar, a orillas del sosiego donde es posible el encuentro con el amigo y el camarada.
Nada temo, salvo el rostro del dolor cuando aparece implacable. Nada malo me propongo, pues sería una traición a la entraña misma de la naturaleza que nos constituye a mí y a todos. Quiero vivir en plenitud cada uno de los momentos que me restan, amo la vida con todas mis fuerzas, y así converso amistosamente con la posibilidad de acabarla si y cuando concierte con ella que ha llegado el momento. La muerte no es sino el acabamiento de la vida, y si la vida ha sido valiosa y buena ha de desembocar igualmente en una muerte digna, apacible. Si la vida no puede ya conjugarse en positivo, puede hallar liberación, salida luminosa en la muerte. La muerte no es buena ni mala. La muerte no es: de hecho, solo quienes restan en el mundo y se duelen por la ausencia de otro hablan de muerte. El ser humano debe vivir, vivir bien, dejar vivir, hacer que los demás vivan del mejor modo posible. Solo cuando se acaban los caminos desde los que se atisban horizontes, cuando finalmente se traban los pasos y se confunden las sendas, es posible plantearse con fiereza y también con una sonrisa el propio acabamiento.
Nada ni nadie puede forzar a enquistarnos en una situación o un estado indeseados. Algunos siguen hablando de dioses, de su laberíntica voluntad, de una supuesta ley natural encorsetada y ajustada a los intereses y delirios de quienes desde hace siglos y siglos quieren al ser humano tan esclavo y reprimido como ellos mismos. Nadie está obligado a permanecer en la vida. Hay seres humanos que no soportan la inseguridad, la incertidumbre, el hecho natural de que cada existencia conlleva la necesidad de buscar su pervivencia, sin otro amparo que la libertad y el riesgo de decidir una y otra vez el camino y el rumbo hacia el que dirigir sus pasos. La vida consiste precisamente en decidir cada segundo, cada día, todos los instantes, qué hago y qué  dejo de hacer. La libertad es ni más ni menos que el ejercicio de ese decidir permanentemente. La vida es libertad. Por eso reivindico mi libertad de decidir también cómo vivir y morir.
 
Existir debería ser siempre un acto permanente de gozoso, consciente y libre zambullirse en la aventura del vivir. Una botella o un lapicero son lo que son, están definitivamente terminados, pero los seres humanos estamos siempre por hacer: cada instante decidimos quiénes somos y no somos, qué hacemos con nosotros mismos, incluso echarnos a perder. Por amor a la vida, podemos decidir también morir, y morir bien.
Respiro, bebo, amo y me sostengo cada instante en la voluntad de existir por amor a la vida. Quien no teme morir ama incondicionalmente vivir. De ahí que sea radicalmente ajeno a la vida que la obliguen a pervivir. Soy libre, soy dueño de mis actos y errores, de mis sueños y luchas, decido si y cómo y hasta cuándo existir. Estoy en mis manos y mi obligación fundamental es vivir bien. Mi responsabilidad ética final estriba en qué estoy haciendo de mi vida, también qué hago de y con los demás. No es casual que precisamente aquí y ahora, mientras escribo y paseo con Séneca, me salga al encuentro otro amigo con quien maldecir la moral de los esclavos.
Nietzsche es tan odiado por los funcionarios del corsé y de la mediocridad precisamente por indicar la necesidad de crear, de innovar, de renovar y, por ello mismo, de destruir lo caduco. Paseo también con él, mientras me dice con bravura que sea implacable con la coherencia que le debo a la vida, a cada uno de los instantes que la constituyen, sin concesiones a los inventores de mundos imaginarios.
Si acabo con mi vida, si acabo, solo será, pues, por amor a la vida.  Si alguna vez he ayudado a alguien a morir bien, ha sido un inequívoco acto de amor. Se puede dejar libre y responsablemente la vida sin tristeza, sin temor, solo con quietud y por amor a la vida. 

Soy un ser de la naturaleza, soy una mota de polvo de estrellas entre el rayo y la nube, la tempestad y el paisaje descrito por Beethoven en la Sexta, la hormiga, la galaxia, el quark, las estaciones, la lluvia, el deseo, el niño que veo columpiarse desde la ventana… Estoy sometido a los mismos ciclos, a los mismos trances, a la inmensa potencia de encenderse y de apagarse del cosmos desde hace millones de años, de comenzar y de cesar, de sucumbir y sobrevivir, a esa voluntad de poder de la que habla Nietzsche, a la voluntad de vivir descrita por Schopenhauer. Heidegger, al que tanto debo, que tanto me ha ido enseñando desde mi juventud, creo que está equivocado cuando resuelve que el ser humano es un ser-para-la-muerte. Una cosa es que la entropía deje claro que todo se deteriora y acaba, y otra bien distinta que el objetivo que otorga sentido último a mi existencia sea morir. Basta recordar a mi madre, a tantos otros amigos que ya no están.
Dice Aristóteles que todos los seres del mundo coincidimos en algo fundamental: desarrollarnos y realizarnos en plenitud. Los seres humanos estamos sujetos a esa misma necesidad natural de desarrollar nuestras posibilidades naturales, si es que queremos alcanzar nuestra realización plena como humanos. Desde que nace una persona  se pone en marcha para conseguir su pleno desarrollo,  y por ello y para ello vive, ama, se aburre, estudia, respira, habla, duerme, se apasiona, anda, sufre, se preocupa o suda... Cada etapa, cada situación, cada decisión, cada instante es un paso, progresivo o recesivo, hacia la construcción total y plena de uno mismo como ser humano.
Acompañado de Séneca y Nietzsche, paseando con Aristóteles, mirando desde la lejanía a Heidegger, observando atentamente a Schopenhauer, necesito proclamar ahora mi amor a la vida y mi apasionada amistad con su posible acabamiento, cuando el sol decida descansar más allá de la línea de mi horizonte.

sábado, 26 de marzo de 2011

Deseo de armonía




Si brota la armonía del respeto,
la quietud que convive en un abrazo,
el afán solitario, las horas compartidas,
el amor relajado, lo neto,
seremos quienes somos
sin esfuerzo.

viernes, 25 de marzo de 2011

La represión sexual no les permite asumir la realidad






En el recién inaugurado Centro de Interpretación de la Semana Santa de Mediana del Campo no esperaban que una escultura fuera a dar tanto de qué hablar. La obra ‘Cristo en brazos de la muerte’, del escultor zamorano Ricardo Flecha, muestra sus atributos masculinos sin tapujos. Mientras que unos han pedido que se le tape en las procesiones, hay quienes ya están pensando en hacer una cofradía que lleve su nombre. Al parecer, se ha decidido que un discreto velo oculte su sexo.
Los romanos crucificaban a sus reos en total desnudez. Así murió también Jesús de Nazaret, en el caso de haber existido.
La discusión entre los católicos está en una estatua.
La verdadera cuestión está en la mente de todos y de cada uno de ellos.
Quizá tanta autorepresión explique asimismo toda la represión que han ido perpetrando a lo largo de los siglos.






Aeropuerto sin aviones



El presidente de la diputación de Castellón, Carlos Fabra, el hombre con más suerte del mundo por la cantidad de veces que le ha tocado el Gordo de la lotería, ha logrado el más difícil todavía: inaugurar un aeropuerto sin aviones. "Hay quien dice que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones. No han entendido nada (...) es un aeropuerto para las personas", ha  declarado Fabra durante el acto de presentación.
Pese a que los cálculos de Fabra apuntan a que "en dos meses" ya habrá aparatos sobrevolando Castellón, lo cierto es que Fomento ni siquiera ha comenzado a tramitar los permisos para que vuelen aviones.
Sin embargo, para Fabra lo importante era concluir las instalaciones e inaugurar. Una vez hecho, se enviarán los papeles necesario.
En la rotonda de acceso al aeropuerto se situará una escultura de 24 metros de alto y 18 de diámetro "en homenaje al origen de la obra y al impulsor del aeropuerto (Carlos Fabra
Al acto de este viernes ha acudido el presidente de la Generalitat valenciana, el imputado Francisco Camps.
En resumidas cuentas, Fabra acaba de inaugurar un aeropuerto sin aviones, con la asistencia al ágape de inauguración de más de mil invitados.
Aeropuertos sin aviones.
Paraguas sin lluvia.
Música sin sonido.
Libros sin palabras.
Bombillas sin electricidad.
Colegio sin alumnado.
Gaviotas sin vergüenza.



 


Por si hay que aclarar algo




Yo no tengo la culpa de pensar
ni de sentirme solidario entre los hombres.
Ni siquiera he podido elegir ser neutral
o lavarme las manos con un millón de razones.
El hombre no se hace a martillazos
ni lo modelan dos señores a su gusto.

(Un fusil no sirve sin mis manos
y mis manos crean y aman sin fusiles).

Yo no tengo la culpa de avanzar
por caminos que rechazan alambradas.

(Me siento tan a gusto recorriendo
los senderos que me trazo a cada paso....)

No puedo prescindir de ti para poder ser de una vez lo que debo.
No puedes prescindir de mí para llegar a ser lo que quieres.

Así fue y así es


lunes, 21 de marzo de 2011

Gaudeamus igitur, Amén


 Artículo a publicar el próximo miércoles en el Peródico de Aragón
 
El 26 de marzo de 2010, las primeras autoridades y una multicolor comitiva académica de la universidad de Zaragoza, precedida por los maceros, fueron aposentándose en la Sala Paraninfo  de la antigua facultad de Medicina y Ciencias de Zaragoza, a fin de oficiar el “Acto Solemne de la festividad de San Braulio”, tal como estaba previsto en el Ceremonial que puede leerse en Internet. A reglón seguido, el Rector puso de manifiesto para qué estaban allí tan eximias y preclaras personas: “Se abre la sesión del acto solemne de la festividad de San Braulio, Patrón de la Universidad de Zaragoza”. Desconozco si alguno de los asistentes llegó a preguntarse si tiene sentido, adentrados ya en el siglo XXI, que una universidad pública y civil, la universidad de Zaragoza, una institución pública del Estado, mantenga oficialmente un patrón confesional, cuya celebración se considera festiva y no lectiva.
La ceremonia universitaria alcanzó cotas verdaderamente surrealistas, cuando, en pleno núcleo de la ceremonia, el Rector volvió a tomar la palabra: A continuación tiene la palabra el profesor doctor don XX, de la Facultad de Veterinaria, que pronunciará la alocución laudatoria en honor del patrón San Braulio, titulada ‘Del genoma mitocondrial a la enfermedad’”.  Seguramente, crujieron los cimientos de la universidad zaragozana y de su historia al tratar de entender aquel acto de travestismo por el que el genoma mitocondrial mutaba en una alocución (“discurso o razonamiento breve por lo común y dirigido por un superior a sus inferiores, secuaces o súbditos”) laudatoria (“que alaba o contiene alabanza”) en honor del patrón (“defensor, protector”; “protector escogido por un pueblo o congregación, ya sea un santo, ya la Virgen o Jesucristo en alguna de sus advocaciones”) San Braulio.
La cosa es que no se trata de un acto antirreligioso preguntarse para qué necesita patrón una universidad pública de una institución pública como es la Comunidad Autónoma de Aragón. En una sociedad plural como es la actual y en un Estado aconfesional como establece la Constitución española de 1978 carece de sentido que una universidad pública y civil mantenga como festividad propia principal la de un obispo católico del siglo VII venerado como santo por los fieles de la confesión católica. Aragón tiene un nutrido número de intelectuales y artistas de primera fila, en cuyo honor la universidad de Zaragoza podría celebrar unánimemente su festividad oficial. Por ejemplo, Santiago Ramón y Cajal, Francisco de Goya, María Moliner, Luis Buñuel, Miguel Catalán, Joaquín Costa, etc. ¿Para qué necesita un patrón confesional una universidad pública como la universidad de Zaragoza?  Seguramente, la respuesta mayoritaria en el mundo universitario es la indiferencia, la indolencia, el desinterés, la abulia y la inercia al respecto por parte de buena parte del mundo universitario. Así nacen, crecen, maduran y vegetan las tradiciones.
La vida y las obras de Braulio de Zaragoza tienen un carácter eminentemente religioso y confesional, lo que lleva a preguntar qué conexión puede tener con una Universidad civil y pública, con una institución pública de un Estado constitucionalmente aconfesional. Sin entrar en sus valores hagiográficos y teológicos (pertenecientes al mundo privado de las confesiones religiosas), y aun admitiendo su relativo valor literario en consideración a la época tan oscura en que vivió, su aportación intelectual en cualquier ámbito del saber racional y de los saberes científicos es bastante escasa o nula: principalmente, su relación epistolar (unas 44 cartas) con Isidoro de Sevilla, su obra “Vida y milagros de san Millán de la Cogolla” y su participación protagonista en los concilios V y VI de Toledo, donde entre otras cosas se decreta sobre todo medidas persecutorias de extrema dureza contra los judíos. En el año 2011 no sería descabellado examinar si Braulio de Zaragoza reúne méritos para que la festividad universitaria institucional le esté dedicada, considerando además el considerable número de figuras de las letras, las artes y las ciencias que han nacido, vivido o trabajado en tierras aragonesas.
El 25 de marzo de 2011 se repetirá la ceremonia universitaria en Zaragoza en honor de su patrón confesional. En algún lugar de la sala Emmanuel Kant irá diciendo también a quien quiera escucharlo “la necesidad de que el  hombre salga de su minoría de edad, es decir, de la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro”. Kant insistirá en que “cada uno es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro, dejando así de permanecer  con gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía”. Por eso les es tan fácil a algunos erigirse en tutores, patrones y patronos.

domingo, 20 de marzo de 2011

Otro regalo

Igualmente enviado por mi amiga Coral. Sin palabras, tiene que ser sin palabras como tú  me entendeses... (José Hierrro)



Dos fantásticos artículos de Antonio Aramayona, un hombre que piensa y que siente, y que lo expresa, además, muy bien.




Clarín decía que había muchos sentimientos sin nombre. Somos más que nada nuestras emociones, sin embargo, el lenguaje es muy parco a la hora de nombrar la gran variedad de sensaciones, sentimientos, sutilezas que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Nos suelen educar, y seguimos educando, por mimetismo muchas veces, en el terreno limitado de lo material, lo funcional y lo práctico, en lo que se encuentra de la piel hacia fuera, lo que perciben nuestros sentidos, sin atender al hecho de que son nuestras cosas profundas las que más somos nosotros mismos y  son las emociones las que más modelan nuestra trayectoria en ésto que llamamos existir.

Desde niña me gustaba hablar de las "cosas profundas", o "cosas del alma", pero percibía que eso no era lo habitual, que la gente, por lo general, es muy dada a obviar el mundo de los sentimientos y de las cosas que bullen en nuestro interior en forma de emociones y sensaciones de todo tipo. Con lo cual, aprendí a refrenarme y a pensar en ellas y vivirlas en soledad, y no compartirlas. Por eso es para mí un gran placer encontrarme con escritos como los de Antonio. Quizás muchos de nosotros hemos vivido procesos de este tipo limitando, por tanto, nuestras vivencias internas, nuestro auto-conocimiento y nuestro compartir lo que somos con los otros.

Con el tiempo, y tras ser consciente de cómo funciona el mundo realmente, me he vuelto mucho más abierta e intento no poner resistencia a la expresión de ese mundo de lo emocional tan encadenado por prejuicios, miedos, tabúes y represiones. He ido aprendiendo  que no estamos aquí para escondernos, ni taparnos, ni defendernos de nadie ni nada. Quizás ese sí sea un pecado, el vivir y no mostrarnos, vivir y no compartir con los demás lo que hay dentro de nosotros, aunque reconozco que no es nada fácil, porque nos suelen educar en la defensa, y no en el aprendizaje y el goce de la vida.

En el mundo masculino quizás esa huida de lo emocional sea un tema más agudizado que en el femenino. Como si de una debilidad se tratase, a las mujeres se nos ha permitido un poco mostrar nuestras emociones, pero en los preceptos ligados a lo masculino lo emocional ha estado prácticamente vetado. Y los hombres crecían, más que las mujeres, con la idea irreal de que emociones y sentimientos son cosas intrascendentes, banalidades e inventos "de mujeres", mientras, quizás, bullían emociones que, como en una caja de Pandora, no encontraban salida.

Creo que uno de los más hermosos aprendizajes que puede llevar a cabo un ser humano es el de conocerse, vivenciarse y compartir generosamente con los demás eso que se es realmente. Alguien decía que no se puede amar a nadie sin llegar hasta lo profundo de su corazón, eso que empieza donde termina nuestra piel, porque, repito, éso es lo que más construye lo que somos.  Y alguien me dijo hace poco que lo más cercano a la perfección es experimentarse profundamente a uno mismo. No se trata de ser perfectos sino, al contrario, de asumir nuestras imperfecciones, nuestras grandezas y nuestras miserias, y especialmente, asumir nuestras emociones. Todo forma parte de lo humano. Y lo humano no es perfecto, pero es muy hermoso realmente.

En fin, esta especie de introito viene a cuento de dos artículos del querido amigo Antonio Aramayona en los que, sin prejuicios, se sumerge en ese mundo de sentimientos humanos profundos que, confieso, me emociona. Quizás una de las cosas más emocionantes que existan sea la de percibir a un ser humano mostrando y compartiendo sus sentimientos, sus vibraciones del alma y su verdad profunda.

Realmente me emociona que alguien, especialmente si es un hombre, hable con sinceridad, con sentimiento, con mirada profunda a la realidad, con esa grandeza del que sabe que lo que sólo ven los ojos tiene importancia, pero no tanta; del que sabe que el viaje más importante de la vida es ése que hacemos hacia las instancias más profundas de nosotros mismos, y de las personas que nos importan porque nos abren su corazón. En fin, cosas trascendentes en las que es fácil encontrar la máxima grandeza de lo humano.

Artículo excelente enviado por una amiga excelente

Mi amga Coral me envía esta maravilla.MUCHAS GRACIAS


Los artículos de Antonio me han traído a la mente un pequeño texto que es de lo más hermoso que he leído en mi vida, y que se refiere a esas cosas del alma de las que habla en los artículos. Se trata de una pequeña narración, en forma de epístola, que el autor remite a una persona por la que siente una profunda afinidad. En esta carta se desnuda y expresa sin prejuicios ni defensas lo que piensa y lo que siente. Me parece toda una belleza, un acto de complicidad suprema, de reconocimiento, de amistad profunda. Probablemente el/la drstinataria de la carta no es ni de lejos lo fantástica/o que él la/le vislumbra. Si es capaz de percibir tanta grandeza es, probablemente, porque esa grandeza habita en él, en caso contrario sería incapaz de percibirla. Os le dejo al final, por si a alguien le apetece leer ese texto

El autor es José María Doria, un hombre que, a pesar de haber tenido una formación estándar en el mundo de la economía y de la empresa, cambió de rumbo y se decantó en la madurez por aprender psicología e investigar las corrientes espirituales en el mundo. Conoce muy bien las filosofías y tradiciones precolombinas y las orientales. En realidad todo ese aprendizaje lo llevó a cabo en un viaje personal de búsqueda de sí mismo.  

El texto está incluido en el capítulo titulado "Ternura" de un libro fantástico para los que quieren saber y entender de las cosas que habitan y se mueven en nuestros adentros: Se llama "Inteligencia del alma", editado por Edaf. Es una lectura hermosa y muy instructiva.

¿Que qué tiene esto que ver  con el laicismo?. Pues creo que mucho. Los que no sustentamos el sentido de nuestra existencia en mitos ni en dogmas, que no llegan ni al envoltorio, buscamos y exploramos esos ámbitos de lo humano que tienen que ver con lo espiritual, o lo sublime, o lo trascendente. Después descartamos y elegimos en libertad. En cualquier caso, estoy convencida de que es inmensa la trascendencia que se puede encontrar en el corazón humano. 

De nada o poco sirven todos los conocimientos del mundo, de nada sirven los avances, ni la física, ni la ciencia, ni la filosofía, si no se integran en el corazón humano. La teoría del "homo amans" como escalafón posterior al "homo sapiens" tiene su sentido si consideramos que tras conocer el espacio, los átomos, protones y electrones, cómo funciona nuestra mente y cómo lo hacen nuestras emociones, si sabemos cómo acabar con enfermedades y como convertir la energía nuclear en rayos sanadores, por ejemplo,  parece que seguimos siendo tan poco lúcidos de no actuar con amor hacia lo que nos rodea. Creo que de nada nos habrán servido millones de libros escritos que llenan millones de bibliotecas en el mundo, si no somos capaces de dejar de actuar con odio, con recelo, con codicia, con ignorancia o con maldad. Los orientales dicen desde hace siglos que "el amor no es que sea el camino, es el único camino". De no tender hacia esas pautas, es posible que la humanidad, tarde o temprano, pueda acabar extinguida, como cualquier otra especie que no ha llegado al estadio de lo "racional".

Y paro ya, porque a estas alturas, nadie habrá llegado a estas líneas. Y, además, empiezo a tener cierto complejo de estar haciendo un sermón apocalíptico como los curas, como esos que escuchábamos siendo niños pensando que nos hablaban desde la verdad suprema. Y éso, os lo aseguro, ni de lejos es lo que quiero.

Os dejo el texto del que hablaba:

**********************
(El autor se dirige a alguien, expresándole todo aquello que ese alguien le inspira)

Dirigido a ti.

Cuando hablas y dices cosas tan bonitas acerca de la vida  y de todo aquello que te pasa, siento admiración por tu lucidez y por tus formas mentales tan bien cultivadas. Cuando me cuentas lo que descubres con tus propias antenas de ver el mundo y entender lo que a éste le ocurre, siento el poder de tus talentos que corre vigoroso por las neuronas de mi alma.

Cuando pones letra a la música y cuando explicas tan agudamente lo que muy dentro nos pasa, sentimos la grandeza de entender la vida y abrir la mente a ideas expandidas y sensatas. Cuando en tus palabras pones la luz que necesitan mis sentimientos, a veces confusos por contradicciones internas, siento que eres un regalo que muestra las diferencias y separa el grano de las pajas.

Cuando te expresas sinceramente e inventas palabras nuevas, siento el reconocimiento de tu mente, siento tu sutil poder sobre las tinieblas. Cuando me acaricias con tus palabras dulces y sedosas, y me regalas susurros que me recuerdan la dimensión celeste de la existencia, te doy las gracias por saberme decir lo que un día soñé y que ahora, al nacer, serena mi alma.

Tus palabras son seguras, hermosas y bien calculadas...;  sin embargo, cuando me miras en silencio,  cuando posas en mis ojos tu mirada...,  todo se detiene atento, hasta las estrellas del cielo parecen paralizar su marcha. Cuando miras mis pupilas y mantengo tu mirada, se abre  un abismo infinito que me conmueve y arrastra.

Cuando contemplas una flor recién abierta o la mano arrugada de la anciana, siento tu grandeza, te reconozco como amor y percibo que has hecho un gran camino con el alma desnuda y descubierta.  Cuando contemplas al que sufre, cuando enfocas al que goza, veo algo más en ti, veo tu sabiduría ecuánime, descubro al ser que volvió a la luz atravesando las sombras.

Cuando miras al infinito y te abstraes en las blancas arenas de las playas, descubro la inmensidad que resuena en lo profundo de mi alma. No es tu talento lo que ahora me conmueve, no es tu excelencia lo que ahora me impresiona. En realidad, es el rostro de todos los inocentes y la llamada de la ternura suprema. Algo tan inefable como misterioso que brota desde lo más profundo del alma.

En tu silencio está el poder de mover la estrellas de mi pecho y de mi cara. Cuando miras con tanta consciencia lo que tu mente proyecta, parece que desnudas de ropajes superfluos todas las cosas que para protegerse se adornan. Tu mirada es el camino energético que los seres del Universo recorren para llegar al Profundo y, ya conscientes, vuelven a casa.

En realidad..., tu mirada basta.