sábado, 14 de mayo de 2011

Dedicado hace muchos años a mis dos hijos



Para integrarte
(en la vida)
revisa los pretextos que disfrazan sus latidos
y las pautas marcadas aún en el paritorio.
Duda.
Añora el estado primitivo de lo simple.
Sacúdete el sopor,
bucea en tu alma.
Pregúntate el porqué de cada cosa.
Sumérgete en la entraña elemental de casa uno.

Para integrarte
(en la vida)
nunca tengas agachada tu cabeza
ni te resignes a los hechos consumados.
Traza un sendero que ames infinito,
ábrete camino a tu morada
para hacerla de todos los que acudan.
Decide tu nombre, escoge tu horizonte
y  llénalos de amigos.
Arranca de tu cuello el yugo mentiroso,
que la sangre te bulla furiosa en cada arteria.
Afirma día a día que lo difícil es posible,
Liba con deleite cada instante.

Para integrarte
(en la vida)
asómbrate del sol cada mañana,
fúndete con  el mar y con la tierra,
vuela libre, crea espacios,
hazte anciano y niño,
viento y mar, árbol y cielo.
Y  que abrase con sosiego tu mirada.

Para integrarte
(en la vida)
deja siempre tus preguntas en alerta,
lánzate sin miedo al calor y en  la tiniebla,
provoca mutaciones sustanciales en las casas, los campos y las aulas.
Deshiela el corazón entumecido, calienta motores día y noche,
siembra y planta, resiste, reivindica,
que tu anhelo florezca en esperanza.

Para integrarte
(en la vida)
traspasa las galaxias,
juega limpio
con todos y contigo
(en la vida).
Y entonces, sólo entonces,
todo será nuestro y será tuyo
(en la vida).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si lo deseas, puedes hacer el comentario que consideres oportuno.