viernes, 30 de noviembre de 2012

JEAN ZIEGLER DICE QUE ESPAÑA NO DEBE PAGAR LA DEUDA

Mostrar




Vicepresidente de Derechos Humanos de la ONU: ESPAÑA NO DEBE PAGAR LA DEUDA

El vicepresidente de la Comisión de DDHH de la ONU propone "ocupar y nacionalizar la banca"

“Vivimos en un orden mundial criminal y caníbal, donde las pequeñas oligarquías del capital financiero deciden de forma legal quién va a morir de hambre y quién no. Por tanto, estos especuladores financieros deben ser juzgados y condenados, reeditando una especie de Tribunal de Núremberg”. Con esta aplastante contundencia despacha Jean Ziegler, vicepresidente del Consejo consultivo de Derechos Humanos de la ONU, su particular análisis del actual momento histórico.
La dilatada trayectoria diplomática de este profesor emérito en la Universidad de Ginebra y comprometido analista internacional, que fue relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación durante ocho años, impide que le tiemble la voz a la hora de señalar con el dedo inquisidor a los ‘culpables’ de la crisis sistémica. “No puede ser que en un planeta con los recursos agroalimentarios suficientes para alimentar al doble de la población mundial actual, haya casi una quinta parte de sus habitantes sufriendo infraalimentación”. En su último libro Destrucción Masiva. Geopolítica del hambre (Península), que Ziegler presentó ayer en Madrid, pone sobre la mesa una serie de cuestiones molestas de las que otros diplomáticos ni siquiera se atreven a hablar en los pasillos de la ONU. Unas críticas irreverentes que ya ventiló en otros trabajos como El hambre en el mundo, Los nuevos amos del mundo y aquellos que se le resistenEl imperio de la vergüenza o El odio a Occidente“Hay que multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista para derrumbarlo y crear un nuevo orden mundial más justo”.
Su receta para revertir esta situación es, si cabe, tan radical o más que su tesis sobre la generación de las desigualdades: “Ocupar masivamente los bancos, nacionalizarlos y confiscar las arrogantes riquezas robadas por los especuladores financieros”. Una extremista postura que lo lleva incluso a criticar la incapacidad de movimientos de la sociedad civil como el 15M en España u Occupy Wall Street en Estados Unidos. “Reconozco que son símbolos importantes y que han logrado la simpatía de la sociedad, pero todavía son insuficientes para quebrar la actual relación de fuerzas si no desembocan en una huelga general. Hay que darse cuenta de que en el orden mundial reina una violencia estructural que se debe combatir con una contraviolencia basada en la resistencia pacífica”.
La migración de los grandes fondos especulativos a los mercados de materias primas, principalmente de la agroalimentación, la cual creció exponencialmente en el trienio 2005-2008 como explica Ziegler en su último libro, “es el origen de esta crisis genocida porque han disparado el precio de los alimentos básicos”. A pesar de la ‘destrucción masiva’ conceptualizada por Ziegler, el diplomático exhibe su característico optimismo de luchador a contracorriente y asegura que esta situación creará la conciencia social necesaria para “multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista, que acabarán derrumbándolo y creando un nuevo orden mundial”.
La insurrección será por el hambre o no será
El primer paso, explica, es darse cuenta de que “los criminales financieros son el enemigo común de los europeos, de los africanos y del resto de la población que sufre de hambre y desempleo en el mundo. Unos oligarcas que monopolizan los beneficios y privatizan los servicios y recursos”. Para Ziegler, esta toma de conciencia será el advenimiento de una nueva forma de solidaridad internacional entre todos los pueblos, que posteriormente se transformará en un “frente de resistencia intercontinental”. La lucha de clases es absolutamente inevitable porque no se puede mantener el sufrimiento de forma permanente.

Un convencimiento “total”, pero que se transforma en duda cuando se le pregunta por los riesgos y los pilares sobre los que se fundará este alzamiento popular. “Es un misterio, no puedo hablar de la revolución porque se trata de la libertad liberada en las personas y los procesos revolucionarios son imposibles de prevenir porque tienen sus propias leyes y no son conocidas”.
Lo que sí tiene claro Ziegler es que la insurrección, como ha ocurrido en la mayoría de estos procesos a lo largo de la historia, se producirá por el hambre. “La hambruna ya es una realidad en las banlieues parisinas y el pueblo español también está sufriendo la pobreza, como el resto de Europa”. En este contexto, indica, la lucha de clases es “absolutamente inevitable porque las oligarquías capitalistas no serán capaces de reeditar el genocidio americano de los indios, ya que es imposible matar a todo un país como España y hacerle aceptar permanentemente las cadenas”.
“España no debería pagar su deuda porque es delictiva e ilegítima”
Las “cadenas” a las que retóricamente se refiere este diplomático de la ONU estarían impuestas por las políticas económicas de la austeridad, que califica como “absurdas y destructoras”. Los teóricos del neoliberalismo, añade, “nos han hecho creer que hoy en día la austeridad es la única política posible, pero sólo se aplica a la clase trabajadora y nunca a los banqueros. Estas políticas tienen un límite objetivo y no van a resolver los problemas”. Hollande y Obama deben formar una alianza en favor de las políticas económicas del crecimiento
En contraposición a estas recetas neoliberales, Ziegler defiende unas políticas centradas en el crecimiento. Esta es la única esperanza que deposita en los representantes políticos, aunque matiza que de forma “extremadamente leve”. Sus protagonistas no podrían ser otros que François Hollande y Barack Obama. “Ambos deben formar una alianza por el crecimiento basada en la inversión pública, el incremento del salario mínimo, las prestaciones sociales, la búsqueda del pleno empleo y la lucha contra la desindustrialización”.
Para el vicepresidente del consejo consultivo de Derechos Humanos de la ONU estas políticas no son la solución final si no van acompañadas de un despertar de la sociedad civil y, sobre todo, del impago de la deuda. “Los dirigentes españoles deben hacer lo mismo que ha hecho Rafael Correa en Ecuador, es decir, negarse a pagar la deuda, cuya amortización ya es altísima, porque es odiosa e ilegítima. Esto es, se ha creado, en gran parte, por la delincuencia financiera y la corrupción política, sin materializarse en inversiones reales”.
Una perspectiva que lo lleva incluso a cometer el atrevimiento de recomendar a los españoles  que objeten en la declaración de la renta al porcentaje del gasto dedicado a la deuda pública. Una campaña lanzada desde el 15M que califica de “necesaria, inteligente y eficaz”. Todos estos elementos en su conjunto, unidos a la inflación, podrán acabar con las “deudas injustas”.
Refundar la ONU para instaurar un nuevo orden mundial
La Organización de las Naciones Unidas debe tener un papel central en el futuro escenario mundial. Como explica Ziegler, la ONU se fundó con el objetivo principal de defender el interés general de los pueblos y promulgar los principios recogidos en la Carta de los Derechos Humanos. Sin embargo, “los mercenarios han pervertido su papel y destruido su credibilidad moral”. Entre ellos, no duda en señalar al exsecretario general Ban Ki-Moon o al presidente del consejo de selección de los relatores, el hondureño Roberto Flores, “quien apoyó el golpe de Estado en su país en 2009”. Los mercenarios han pervertido el papel de la ONU y destruido su credibilidad moral.
Para Ziegler, la refundación de esta organización pasa por imprimirle “mucha más democracia” eliminando el poder de veto de las naciones integrantes del Consejo de Seguridad, limpiándola de “golpistas” y eliminando las prebendas del FMI y el BM. El neoliberalismo delictivo, concluye el diplomático, debe acabarse ya.

Birgitte Knaus
Portrait Painter
móvil: +34 696 592 601
bknaus13@gmail.com
http://www.birgitteknaus.com/
http://www.piramidesdebosnia.com/



miércoles, 28 de noviembre de 2012

Palestina, Estado observador como otros 188 países de la ONU




Leo en el sitio web del Gobierno español que “Palestina está a punto de convertirse en Estado observador de la ONU”, pero “ha pedido a la Autoridad Palestina que no use su nueva condición en la organización para denunciar a Israel ante el Tribunal Penal Internacional”.
Como la cosa no es totalmente parecida a ponerle el cascabel al gato, pero sí al menos a enseñárselo, las embajadas de España en Israel y EEUU explicarán el sí español en la ONU, no sea que se mosqueen demasiado ambos países.
Hay 193 países miembros de las Naciones Unidas, algunos de ellos la mar de pintorescos, pero a Palestina solo le van a permitir ser Estado observador, es decir, con derecho a asistir a ciertas asambleas plenarias y hablar en ciertas ocasiones, pero sin derecho a voto, como le ocurre a potencias internacionales tales como Ciudad del Vaticano y la Orden de Malta. La cosa tiene su explicación: a los palestinos se les ha colgado en la frente, en lugar de una estrella amarilla, un letrero con la leyenda “terrorista”, por lo que eso de Estado observador parece complicarse.
Si acudimos al diccionario de la RAE, terrorismo es “dominación por el terror” y “sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”, por lo que nos encontramos con la dificultad de aplicar el epíteto al pueblo palestino, pues no domina nada, sino que lo dominan bien dominado. Eso sí, algunos de sus miembros, pertenecientes a algunas organizaciones de resistencia, sí ejecutan actos de violencia, si bien suelen ser bastante menores en cantidad y saña que los perpetrados por el supuesto Estado víctima: Israel.
El Gobierno español recomienda a Palestina que no denuncie a Israel ante el TPI, aunque, objetivamente, tiene sobradas razones para ello. Desde la división de Palestina en dos mitades para judíos y palestinos en 1947, la ONU se ha visto atada de pies y manos por el veto de Estados Unidos, aliado incondicional de Israel, en el asunto de los Territorios Palestinos Ocupados (básicamente, Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este), que la ONU y la Corte Internacional de Justicia han resuelto una y otra vez que sean devueltos al pueblo palestino, aunque Israel no ha hecho caso alguno a las recomendaciones y resoluciones de la ONU y de los altos tribunales. Tampoco hay que olvidar los Altos del Golán, pertenecientes a Siria, o la zona de Shebaa, reivindicada por Líbano. No obstante, España teme las represalias varias de los amos del mundo (entre ellos y principalmente, USA e Israel), por lo que pinta como una heroicidad diplomática la adscripción de Palestina como mero Estado observador de la ONU.
De todas formas, pensándolo bien, no tiene demasiada importancia relegar el Estado de Palestina a mero Estado observador de la ONU, pues en la ONU la inmensa mayoría de los 193 países miembros no dejan de ser unos simples observadores de lo que se cuece entre unas pocas potencias mundiales. Al fin y al cabo, el órgano realmente decisorio es el Consejo de Seguridad, que sigue siendo una pamema, pues de sus 15 países integrantes, solo 5 son permanentes y solo esos cinco tienen derecho a veto (Rusia, Francia, Reino Unido, China y Estados Unidos). En otras palabras, Palestina tendrá derecho a observar, que es lo mismo que han hecho y siguen haciendo casi todos los demás, incluida España. Lo demás es solo hojarasca.


Cavernícolas y académicos



En la Edad Media empezó a introducirse el “intelligo ut credam”, que viene a significar que la razón puede ser un instrumento para comprender mejor la fe religiosa. Anteriormente, había imperado el dicho contrario (credo ut intelligam) para expresar que el mundo y la vida son realmente comprensibles solo a través de la creencia religiosa. Incluso aún antes, algunos doctores eclesiásticos cristianos, como Tertuliano, habían lanzado a los cuatro vientos el aberrante grito de “credo quia absurdum”, para significar que la fe goza de supremacía en la conquista de la verdad por mucho que parezca que contradiga los principios de la razón y de la ciencia.
Hoy se ha subido un peldaño más: la Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental, con sede en Granada, ha nombrado académico de honor a Antonio Cañizares, arzobispo católico de Toledo, que de momento se ha limitado, que se sepa, a que su única relación con la medicina sea tomarse los medicamentos prescritos por el galeno de turno.
El señor Cañizares, en su discurso de ingreso (“La causa de la vida, cuestión crucial y decisiva del siglo XXI”), además de confesar su ignorancia en ciencias médicas, se despachó una vez más contra sus obsesiones conocidas por todos: el aborto, la eutanasia, el suicidio, las torturas, la esclavitud o la prostitución, además de la homosexualidad y los anticonceptivos. Aquello fue un púlpito, en lugar del salón de actos de una Real Academia de Medicina y Cirugía. De hecho, es de suponer que aquellos académicos aplaudieron al finalizar Cañizares su homilia.
Sn embargo, como siempre hay gente honesta y coherente, Guillermo Olagüe, catedrático de Historia de la Medicina de la Universidad de Granada, al conocer tan sacro nombramiento, renunció a su escaño como numerario de la Academia, pues –según él-  Cañizares “carece de méritos médicos y científicos. Su único bagaje cultural es un conjunto de creencias religiosas, básicamente, dogmáticas, que están reñidas con la ciencia”, mientras que “la Academia es una entidad específica para el cultivo de la ciencia médica”, según puede leerse en el diario Público.
El pensador Martín Heidegger explicó en una conferencia que hablar de filosofía cristiana equivale a decir “hierro de madera” (o es hierro o es madera; o es filosofía –racional y solo racional, en sí misma- o es creencia religiosa). Por la misma razón hacer que un obispo católico de la guisa del señor Cañizares sea miembro de la Real Academia de Medicina y Cirugía es ni más ni menos que otro descomunal “hierro de madera”. Las fuerzas ultracentristas y ultracatólicas van implementando desde hace años un minucioso plan de ir tomando los centros del conocimiento, del saber y de la ciencia. El nombramiento de Cañizares es buena prueba de ello. 
 Según el diario Público, Cañizares llegó a decir en su alocución de ingreso en la Academia  que “vivimos formas de agresión por la ciencia y la tecnología”, y criticó el “laicismo imperante”, “la cultura de la muerte” y el desamparo de “la vida de los no nacidos y enfermos terminales”.
Como cada vez se tiene más desvergüenza incluso en las presuntamente más altas cotas del saber, en su discurso de contestación al obispo,  el catedrático de Microbiología y académico, Gonzalo Piedrola, destacó como méritos para ingresar en la Academia sus gestiones para conseguir la devolución de los Libros Plúmbeos a la Abadía del Sacromonte, sus obras asistenciales, su afición por la festividad de San Lucas, patrón de Medicina, su “defensa de la vida” y de la  “protección de la vida embrionaria”. O sea, todo un adalid de la investigación científica médica.

Al aberrante grito de Millán Astray ("¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!"), Unamuno respondió con unas palabras, que ahora quiero hacer mías:
"Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho."

Para quien lo desconozca, tras el triunfo del golpe de Estado perpetrado por el general Franco, Millán Astray fue nombrado jefe de Prensa y Propaganda de la dictadura militar. Se les pasó por alto nombrarle también miembro honorario de alguna Real Academia de medicina y Cirugía.

Conocimientos, y no creencias, ministro Wert


PUBLICADO HOY EN EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

Corría el año 1864 cuando un pastor baptista estadounidense escribió al secretario del Tesoro, Salmon B. Chase, advirtiéndole de que la guerra civil que había asolado el país tres años antes había sido provocada por la ira de Dios, molesto por no aparecer en las monedas en curso. El secretario del Tesoro, además del Congreso, se arrugaron ante tal admonición y añadieron In God we trust (En Dios confiamos) a sus monedas (en los billetes apareció el lema en 1957). En 1954, temerosos en plena guerra fría de la doctrina y del arsenal atómico soviético, añadieron a la Promesa de Lealtad a la bandera Under God (bajo Dios), a fin de distinguir a su país del “comunismo sin Dios”. No otra cosa hizo nuestro Generalísimo, caudillo “por la gracia de Dios”, sin la menor protesta de las jerarquías católicas.
Hay mucha gente que se declara religiosa y vive honrada y coherentemente según sus convicciones. Vaya para ellos mi respeto. Sin embargo, hay también muchas estructuras y regímenes políticos y económicos que utilizan la religión para afianzarse en el poder y sembrar en la ciudadanía el recelo hacia la disidencia, la obediencia, la sumisión y la ausencia de cualquier espíritu crítico. En tal caso, las religiones son un reflejo y a la vez una defensa de las estructuras y las relaciones de poder existentes en una sociedad.
No es casual que el actual gobierno del Partido Popular, presidido por Mariano Rajoy, emprendiera desde su primer día de mandato el camino hacia una abierta confesionalidad de las estructuras del Estado. Ya el anterior gobierno socialista de Rodríguez Zapatero había mantenido y aumentado los enormes privilegios de la iglesia católica en materia económica y educativa, que pretendió extender a algunas otras confesiones religiosas mediante su Alianza de las Civilizaciones. Actualmente, en un solo año de gobierno, el Partido Popular ha ido anunciando y haciendo efectiva gran parte de las reivindicaciones que las fuerzas ultracentristas y neoconservadoras, incluida la jerarquía de la iglesia católica española, han estado demandando y que han disfrutado durante muchos siglos a lo largo de la historia de España.
Así, por ejemplo, Ruiz Gallardón anunciaba la mutación de la actual ley del aborto en una jibarizada ley de supuestos, el ministro supernumerario Fernández Díaz objetaba contra la sentencia del TC sobre matrimonios homosexuales y pedía al Papa que rezara por España, la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, pedía a la Virgen del Rocío que echara un capote a España y le regalase la salida de la crisis, y Cospedal, presidenta de Castilla La-Mancha, y Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, acudían, enmantilladas, al Vaticano para besar la mano del Pontífice romano y asistir al nombramiento de un doctor español de la Iglesia católica. Pues bien, el actual ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, no les va precisamente a la zaga en materia de confesionalidad.
A todo un cúmulo de despropósitos educativos y de privatización sistemática de la red pública de enseñanza, Wert se apresuró a suprimir la asignatura Educación para la Ciudadanía, subir tasas, recortar becas, aumentar la ratio alumnos/aula, reducir plazas de docencia o financiar con el dinero de la ciudadanía los centros que segregan al alumnado por razón de su sexo. Su nueva ley de educación (“ley Wert”) es todo un homenaje a los principios conducentes al individualismo, la competitividad, el éxito y la excelencia de “los mejores”, así como la consolidación de los seculares privilegios de lo privado, lo confesional y las clases pudientes. En este contexto, rebrotan lo tópicos avalistas de las clases de religión en la escuela, entre ellos el propio gobierno de Aragón.
Wert y Rudi siguen sin querer enterarse de que en la escuela han de impartirse saberes y conocimientos, pero no creencias. Las familias que desean que sus hijos tengan una formación religiosa tienen sobrados lugares y momentos para ello; por ejemplo, sus cuartos de estar y sus parroquias, tal largamente cerradas durante la jornada. Se evitaría así, entre otras cosas, que más de 15.000 profesores de religión, elegidos exclusivamente cada año por el obispo de la localidad, cuesten al bolsillo de la ciudadanía más de 500 millones de euros, más teniendo en cuenta el declive progresivo de la enseñanza de la doctrina religiosa: según datos publicados por el Consejo Escolar del Estado, en el curso 2009-2010 el 74,3% del alumnado de Bachillerato y FP, el 57,4% de ESO y el 30,4% de Primaria no estaban matriculados en la asignatura de religión.
Al ministro Wert se le llena la boca de palabras como “excelencia”, “rendimiento” o “eficacia” al hablar de enseñanza, y sueña con acercar la educación a los niveles de Pisa, pero ignora (no solo desconoce, sino también ignora) que la enseñanza de la religión durante el periodo lectivo suponen más de mil horas lectivas en la enseñanza obligatoria.
A la clase política le importa el voto. Y con ese voto la jerarquía católica hace un chantaje de no te menees,

martes, 27 de noviembre de 2012

Las gruesas afirmaciones de la OCDE


-->

En un informe reciente, augura la OCDE a España más de seis millones de parados (27%) para el próximo año y se descuelga además recomendando no hacer más recortes, lo cual parece un enunciado inocente, pero no lo es: se trata solo de un grueso enunciado, que implícitamente lleva un condicional.
En efecto, para su intelección la OCDE debería decir que habrá seis millones de parados, si no ponemos remedio al asunto. Es decir, los seis millones de desempleados no es algo irremediable, por mucho que la OCDE y los voceros institucionales nacionales e internacionales quieran inculcarnos otra cosa. No sé si le gustará a la OCDE, pero debería decir: hay tantos parados, porque cierran empresas por dificultades económicas, EREs a discreción y por falta de crédito. Y no hay crédito, porque los centenares de miles de millones de dinero público donados a la banca han sido destinados por esa misma banca a la especulación, principalmente a comprar con usura deuda pública.
No habrá, pues, seis millones de parados si obligamos a la banca a restituir a la ciudadanía lo que a la ciudadanía pertenece. No habrá seis millones de parados si se deroga ese desvarío de ley de la Reforma Laboral, que deja solo en manos del patrón el derecho y la obligación de trabajar de la ciudadanía. Si lo hacemos así, creceremos. De lo contrario, habrá más paro y nos vamos todos sin remedio al carajo.
Dice también la OCDE que en 2013 habrá más recesión, lo cual es una obviedad si no hay crecimiento económico, no en forma de aumento de beneficios por parte de las grandes empresas, sino en forma de una justa redistribución de la riqueza entre toda la ciudadanía. O sea, que a la OCDE se le ha vuelto a olvidar el condicional y otras pequeñas sutilezas del lenguaje. 
Afirma asimismo que el PIB caerá el triple (1,4%) de lo previsto por el Gobierno actual. Silencia, sin embargo, que ello ocurre porque la economía española está en estado de coma, a fuerza de recortar los servicios básicos públicos, los puestos de trabajo, los salarios, las pensiones, los medicamentos, los transportes, las tasas, la ratio alumnos/aula, etc., etc… Ahora recomienda no hacer más recortes, pero no se nos olvida que ha alentado durante varios años ya la sangría de recortes que estamos padeciendo.
Tampoco hay que dejar pasar por alto que la mención por parte de la OCDE de los recortes y su efecto negativo, pueden estar dando a entender que van a llevarse a cabo (perpetrarse) los recortes ya anunciados con anterioridad, equivalentes al 2,7% del PIB en 2013 y un 1% más del PIB en 2014. Hemos de informarles que el pueblo no tiene por qué asumir los costes de una deuda privada que no les corresponde, y que esa deuda es odiosa e ilegítima.
En su web oficial la OCDE afirma que su objetivo es “promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo”, lo cual raya, como poco, en el sarcasmo. En otra web cercana a la organización se afirma que es “un foro único en donde los gobiernos pueden comparar sus experiencias, buscar respuestas a problemas comunes, identificar las mejores prácticas y trabajar para coordinar políticas económicas y sociales. Así también, ayuda a los gobiernos miembros y no miembros a diseñar estrategias para la economía globalizada del siglo XXI”. Eso ya es simplemente el cuento de Caperucita Roja.
Redunda la OCDE al pronosticar el incumplimiento de los objetivos de reducción del déficit en 2012, 2013 y 2014, “por los efectos negativos que ya tiene el ajuste sobre la marcha de la economía”. Repásese someramente la lista de sus 36 países miembros, principalmente aquellos que tienen en exclusiva la sartén por el mango, y quedará de manifiesto la tomadura de pelo (incluso el insulto a la inteligencia, por suponer que las ciudadanas y ciudadanos somos medio lelos). Ahora quieren hacerse pasar por nuestros médicos los mismos que han defendido a capa y espada la necesidad de cortarnos la cabeza.
Asevera también la OCDE que la recesión española será la tercera más grave de los países miembros, y su evolución la segunda peor de todo el mundo “desarrollado”, después de Grecia. Recomienda a renglón seguido recapitalizar la banca viable y nacionalizar o dejar en el purgatorio del “banco malo” al resto de las entidades financieras. O sea, que al final el lobo enseña su patita en la puerta entreabierta y no puede disimular su verdadera identidad e intenciones, por mucho que se enharine esa patita.
En resumidas cuentas, la falacia de la OCDE radica en que sus enunciados pretenden ser del tipo A y B y C…, cuando en realidad debería hacer uso de enunciados tales  como:  A si y solo si B y D; si B y C entonces P o C, a no ser que si C entonces N y H… Y si los técnicos y asesores de la OCDE no lo hacen, que se retiren, que no vamos a echarlos de menos. Pero el problema es que, como son muy listos, no lo hacen para ver si cuela y nos los creemos.


Situación de las arcas públicas si el estado español no pagara intereses de deuda pública

Situación de las arcas públicas si el estado español no pagara intereses de deuda pública

http://eduardogarzon.net/?p=328

Discurso Sr. Presidente Rafael Correa en Sevilla - España

lunes, 26 de noviembre de 2012

Espigas de oro y nunca más cadenas




Desde hace unas pocas semanas, vuelve a arreciar la lluvia ácida de algunos cretinos que envían correos electrónicos para no comprar productos catalanes. Cada uno de ellos tiene la virtud de abrir mis compuertas razonables a la tristeza. Me quedo pensando en esos encefalogramas planos que envían tales correos y me asalta la duda de si una España muere u otra España bosteza, a la vez que tengo la certeza de que una de esas dos Españas, o las dos, es la que me tiene tan helado el corazón.
Hace unos años me encontré una mañana, ya empezado el curso, a Jing, una muchacha de quince años, sentada en una mesa de la primera fila, mirándome fijamente. Sin previo aviso, la habían embutido en clase de Ética de 4º de la ESO, sin ni siquiera avisarme de que no sabía una sola palabra de castellano. Boquiabierto me quedé, poniéndome en su piel oyendo sonidos ininteligibles sin rechistar de ocho y media de la mañana a dos y media del mediodía todos los días de la semana, de lunes a viernes.
Jing fue con el tiempo una buena lección para todos los que estábamos en aquella clase, de la que yo era tutor. Entre todos, a lo largo del curso, le hicimos saber desde el primer día que queríamos hablar con ella de muchas cosas, que ella nos ayudaría también a cambiar otras muchas de nuestras pautas mentales y de comportamiento, que acabaríamos entendiéndonos y comprendiéndonos pronto para ir construyendo juntos esa vida y ese mundo a los que tantos aspiramos y tenemos derecho.
Jing hizo muchos amigos –yo tengo el honor de contarme entre ellos-, nos contó tradiciones, cuentos y costumbres en clase, haciéndonos partícipes de la gran riqueza que traía consigo desde su tierra. Quedamos así enriquecidos todos y todas.
Tengo buenos amigos catalanes, que compartieron conmigo su butifarra y sus monchetas, sus villancicos y sus sardanas, sus casas y sus familias, su idioma y sus costumbres. De todo ello me sigo sintiendo orgulloso y agradecido. Lo diferente complementa y enriquece, y es un sinsentido verlo como un atentado contra lo propio (nada es propio, ni siquiera la tierra; aunque la tierra es tan generosa que se hace de todos con tal de que la cuidemos).
Cada una de las opciones políticas y culturales enraizadas en Cataluña es también un tesoro para todos, salvo para los cretinos que desprecian lo que desconocen, prohíben lo que les impelen sus propios fantasmas y mandan correos electrónicos que reflejan el desvarío de su alma. ¿Por qué no dejar que los catalanes sieguen con sus hoces siempre espigas de oro y nunca más cadenas?

domingo, 25 de noviembre de 2012

Medios de Desinformación – Rosa María Calaf ATTAC TV


Un nuevo modelo de sociedad - Carmen Castro ATTAC TV


Fraudes de ley disfrazados de indultos




¡Pobre Montesquieu! ¡Él, tan convencido de la separación de los tres poderes! Ahora, sin embargo, la cosa parece una macedonia de frutas. Por ejemplo, el juez dicta sentencia y el Gobierno indulta a reglón seguido, si el condenado es amiguete, del propio bando o rebosa de dinero.
Hace unos días, apareció la noticia de que el Consejo de Ministros ha indultado por segunda vez a cuatro policías autonómicos catalanes, que apalizaron y torturaron a un hombre en la calle, sin identificarse previamente, confundiéndolo con un atracador. El Tribunal Supremo los había condenado a cuatro años y medio de prisión, pero a los dos meses de mandato, el Gobierno de Rajoy les rebajó la pena a dos años de prisión, a fin de que, al no tener antecedentes, no pisaran la trena. Asimismo, cambió la inhabilitación por la suspensión de cargo público durante dos años. Pero llegó el tribunal respondón, la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona, y ordenó el ingreso en prisión de los cinco policías, por lo que el Gobierno central les cambió la cárcel por una multa de 10 euros diarios durante dos años (7.200 euros en total), dando así un edificante ejemplo más de fraude de ley y abuso de derecho.
Mi amigo Toño, ahora en pleno proceso de rehabilitación, tuvo que estar unos cuantos meses en la cárcel de Zuera por asaltar una farmacia con un cuchillo. Ni indultos ni atenuantes ni leches para él. Si los españoles y las españolas somos iguales ante la ley, yo soy Caperucita Roja.
El año pasado, el Consejo de Ministros presidido por ZP hizo tres cuartos de los mismo con otros tres policías: rebajó la condena de cuatro años de cárcel a solo dos, para que no tuvieran que ingresar en prisión. Simultáneamente, Pablo Iglesias e Indalecio Prieto estrenaron mordaza.
Policías, funcionarios, alcaldes, compañeros de Partido, ricos, muy ricos, banqueros, golpistas, militares, defraudadores, chorizos de cuello blanco, jueces y un largo etcétera más han ido beneficiándose de los indultos gubernamentales en el transcurso de esta mal llamada democracia, al menos circunscribiéndonos a la igualdad ante la ley.
Wikipedia me ilustra y al mismo tiempo me zahiere: 16.828 indultos gubernamentales desde Suárez hasta nuestros días: Suárez, 410 indultos, 0,58 indultos/día de gobierno: Calvo-Sotelo: 878, 1,36: González, 5943, 1,21: Aznar, 5897, 2,04; Zapatero, 3222, 1,20; Rajoy –en un año- 468, 1,38.
Me vienen a la memoria, dos oficiales relacionados con el caso del YAK-42, Alfredo Sáez y su banco de Santander, Miguel Ángel Calama y su Caja Rural de Ciudad Real, dos directivos de Ebro Azucarera, el ex general de la Guardia Civil Rodríguez Galindo, condenado a 75 años de prisión e indultado tras solo cuatro años de cárcel, el juez Díaz de Liaño, tres condenados por el caso Filesa, indulto parcial a los condenados por el caso GAL…
Por lo mismo, repásese qué ha pasado con el coronel golpista Tejero, el cual, con motivo del 30º aniversario del golpe de estado, fue fotografiado en la piscina de un hotel de lujo canario, o con el general golpista Milans del Bosch, condenado a treinta años de prisión (un escarnio aquella supuesta “prisión” militar, con camarero personal, suite y carta de comidas diaria)  e indultado a los cuatro años. Un documento encontrado en Internet relata que el ministro Acebes concedió en diciembre de 2000 1.333 indultos en un solo día, amparándose en el cambio de milenio y en el Año Jubilar (= “tiempo en que la iglesia católica concede singulares gracias espirituales a los fieles a imitación del Año Jubilar de los Israelitas mencionado en la Biblia”, Levítico, 3).
¡¡¡Manda güevos!!!


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Las cartas están marcadas



Publicado hoy en El Periódico de Aragón

Se supone que hay vida después del 14-N. La huelga general no paralizó al país y la ciudadanía quedó exhausta tras participar en cuantas concentraciones y manifestaciones pudo aquella jornada. Tras el 14-N viene la cruda prosa de una vida cotidiana que muestra la imposibilidad de que ni siquiera en el asunto de los desahucios se pongan de acuerdo los dos partidos mayoritarios (de que permanezcan mayoritarios ya se encarga una ley electoral que tramposamente establece que la circunscripción electoral es la provincia). Entretanto, salta la noticia de que un ciudadano cordobés de 50 años se añade a la lista de suicidios por ejecución hipotecaria. ¿Esto forma parte de la marca España?
El Gobierno aprueba entonces un decreto ley sobre desahucios e hipotecas que constituye un monumento a la beneficencia servida en parches y cataplasmas que está muy lejos de afrontar el problema real y de poner solución al drama social en que siguen sumidas cientos de miles de familias y personas. Alguna prensa apunta que no se puede hacer más a causa de la presión de Bruselas y de la banca; en realidad, de la banca pura y dura. Sus medidas de austeridad (es decir, desmantelamiento del estado del bienestar) son, de hecho, una aquelarre de carniceros, charcuteros y casqueros a costa del pueblo, cuyo principal objetivo es garantizar el pago de las deudas que piramidalmente ha ido construyendo su codicia.
En su poder buena parte de los medios de comunicación del país, el poder financiero ha suplantado al poder político, transformado en mera correa de transmisión de sus dictados al pueblo. Nos dicen machaconamente que, como no hay dinero para servicios sociales básicos, debemos aceptar que lo importante es conseguir reducir el déficit, para lo que, además de ver cómo mutan a su antojo la Constitución, ante todo hemos de ser “austeros” (son maestros del eufemismo), obligándonos a jugar con sus reglas y sus naipes al único juego que han decidido válido. Pero sus cartas están marcadas, su juego acaba siendo para muchos un remedo de la ruleta rusa y su único final siempre es que la banca gana. Hemos de afirmar rotundamente, pues, que no estamos dispuestos a jugar como y a lo que quisieran, así como destapar sus maniobras fuleras y combatir sin tregua sus falacias e intereses, hasta hacer saltar material y literalmente la banca.
El derecho a una vivienda digna es un elemento sustancial del ser humano, mientras que los intereses financieros de una minoría voraz por razón de la fuerza y del dinero deben estar subordinados a tal derecho. El derecho efectivo al trabajo, a la educación, a la prevención y la asistencia sanitarias, la igualdad de todas y de todos ante la ley o la dignidad de la persona constituyen el fundamento del orden económico y político, y de la paz social, y deben inspirar las medidas y las leyes salidas del Parlamento y del Gobierno, de tal forma que el interés general  ha de anteponerse siempre a los intereses privados de cualesquiera minorías. Los derechos, en fin, no son desdeñables o aparcables a criterio del gobernante o del patrón, sino que han de servir de criterio fundamental en la política socioeconómica de un país. Aunque quieren convencernos de lo contrario, debemos hacer oídos sordos a sus argucias: tienen las cartas marcadas, su juego es tramposo.
Hay quienes están ocupados, con su mejor buena voluntad, en la legítima denuncia de los recortes, pero ya no queda tiempo para ello: hay que romper la propia baraja de los patronos de la fuerza y del dinero, rechazando que la deuda privada, su deuda, sea pública y soberana, que el pueblo deba cargar con las deudas ocasionadas por sus tramposas torpezas y maniobras. Debemos reclamar nuestro dinero, prácticamente regalado a los bancos para tapar sus deudas e inyectar dinero en la red productiva, pero que esos mismos bancos dedicaron a comprar deuda pública a un interés muy superior a como lo compraron. Desde diciembre de 2011, cuenta Vicenç Navarro,  el BCE ha dado más de un billón de euros a la banca privada (la mitad de este billón a la banca española e italiana), que la banca ha dedicado a otras inversiones mucho más rentables (como comprar deuda pública) que la de proporcionar crédito.
Hemos de salir a la calle un día tras otro, pero sobre todo hemos de organizar urgentemente una red popular de desobediencia civil. Si algo pueden y deben hacer los sindicatos de clase (¿o ya no lo son?) es esto. Si algo pueden y deben hacer los partidos de izquierda (¿o ya no lo son?) es esto. Los embaucadores del dinero tienen las cartas marcadas y nos imponen su juego y sus reglas de juego. Rompamos, pues, su baraja y dejémonos de juegos, que con las cosas de comer no se juega.


martes, 20 de noviembre de 2012

PELÍCULA URGENTE POR PALESTINA

La españolía cuesta 160.000 euros



160.000 euros. Eso cuesta (¿también vale, señor Marx?) la españolía. El Gobierno del Partido Popular, presidido por Mariano Rajoy, ha dado una vuelta de tuerca más en su desvelamiento de identidad: ha propuesto conceder la residencia a aquellos extranjeros que compren una casa en España por un valor superior a 160.000 euros. Lo decía un amigo mío hace ya muchos años: la vida consiste en una carrera por llegar el primero a la meta, y los cojos que se jodan. Pues bien, ahora les toca a los inmigrantes sin posibles: o compras una casa o no hay papeles.
Corrían los primeros años de los 70 cuando pude asistir a una medio algarabía teutona en la ciudad renana de Ludwigshafen porque una familia turca tenía la osadía de comprar una casa en la ciudad, lo que suponía que unos Gastarbeiter musulmanes podían llegar a ser propietarios de un trozo de tierra germana. Hoy las cosas han batido récords mundiales en tierras de don Pelayo y de Viriato: el Gobierno de don Mariano quiere obtener dinero hasta debajo de las piedras, por lo que invita principalmente a los nuevos ricos de los dos principales países comunistas en el pasado (China y Rusia) a comprar a discreción cuantas viviendas les plazcan en el católico suelo español, con tal de que paguen por cada una de ellas más de 160.000 euros.
Y puestos a declarar la propia vejez, corrían los años cincuenta cuando un inspector llegó a mi colegio y, por lo visto, dijo a los frailes que sus alumnos necesitaban una mayor formación del espíritu nacional, por lo que nos pasamos una semana entre Montañas Nevadas y Gibraltar, cantando lo que nos importaba un carajo, considerando simplemente nuestra temprana edad. Hoy el espíritu nacional está algo alicaído, tras que el ministro Wert haya eliminado de un plumazo Educación para la Ciudadanía y que el inmigrante de lengua española suela ser de menos posibles que el pensionista llamado Xu Piang Jo o Rudikov, pongamos por caso.
La españolía cuesta, como mínimo 160.000 euros. Si eres un parado de larga duración o te han desahuciado de la vivienda porque se te ha eliminado la ayuda o perteneces al grupo del 52% de jóvenes sin trabajo o no te da para pagar los medicamentos, o… te jodes, aunque hayas nacido en Albacete o en Calatayud. Se siente mucho, pero los inmigrantes que han pagado 160.000 euros han llegado primero. A ti y a los cojos de la tierra ahora os resta solo joderos hasta que escampe, si es que escampa alguna vez, que lo dudo.


lunes, 19 de noviembre de 2012

Duerme, niñito, que tu mamá está en la morgue

-->


Duerme, duerme, niñito, que tu mamá está en la morgue, niñito…
He visto dos veces la película-documental Soah, de Claude Lanzmann (1985), de más de once horas de duración, donde a través de entrevistas y testimonios directos se va narrando de forma estremecedora la tragedia genocida del holocausto judío. Pocos pueblos han sufrido más a lo largo de la historia. Sin embargo, viendo la historia reciente del estado de  Israel, parecen no haber aprendido mucho de tal experiencia.
Nos llegan cada día noticias de muertos y heridos, casi todos civiles, muchos niños, a causa de la represalia militar judía contra la población de Gaza. Destruyen la sede de Interior, asesinan al principal dirigente de Hamash en la zona, lo que significa que lo tenían bien preparado. Las televisiones muestran imágenes de casas de israelíes destruidas por cohetes palestinos, lo cual es condenable, pero también una pequeñez en comparación con la destrucción y muerte perpetrados por Israel en Gaza. El gran demócrata solo pide “contención” a Israel, pues tiene muy claro que es presidente porque el lobby judío estadounidense lo consintió. El mismo lobby que insufla una catarata de millones de dólares a Israel y ha convertido a su ejército en uno d e los más poderosos del mundo.

Veo la foto de los niños de Auschwitz de hace setenta años y compruebo que no han aprendido nada, que esa foto de niños rotos está ahora en Gaza. A Israel no le ampara una sola resolución de Naciones Unidas, conculcadas e incumplidas sistemáticamente por el Estado judío, que cuenta con el veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad. Israel y Estados Unidos han convertido la ONU en un casino, donde ambos países juegan con las cartas marcadas.
No se habla de los 721 kilómetros de muro israelí en Cisjordania (la propaganda occidental emplea el término “barrera”, de la ocupación de territorios pertenecientes a varios países, conculcando así las resoluciones de Naciones Unidas.
Millones de judíos en los campos nazis de concentración parecen no haberles enseñado nada. Tres mil muertos en los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York cambiaron el curso de la historia: los nazis colocaban una estrella amarilla en el pecho de los judíos y ahora los amos del mundo y sus amigos colocan el título invisible de “terrorista” a cuantos se oponen a su orden y sus reglas. Millones de seres humanos en Irak, Libia, Afganistán, Cisjordania y Gaza no parecen importarles mucho: o tienen aras de destrucción masiva, o conculcan los derechos humanos. En cualquier caso, son terroristas.
Me queda cantar, pensando en no escasos niños de Gaza:  duerme, duerme, niñito, que tu mamá está en la morgue, niñito…




domingo, 18 de noviembre de 2012

La muerte libre (así lo dijo Zaratustra)



Publicado en la revista DMD nº 61


F. Nietzsche dedica numerosos textos de su obra a la necesidad de la libertad en la vida y en la muerte (las ideas básicas de algunos de estos textos vienen a continuación, casi a modo de paráfrasis). Por ejemplo, un capítulo entero de “Así habló Zaratustra” titulado “De la muerte libre” o un sustancioso párrafo en “Crepúsculo de los ídolos” (Incursiones de un intempestivo, #36. Moral para médicos).
Nietzsche declara desde el principio, con su estilo a veces algo enigmático, que hay que morir en el momento justo, en lugar de morir demasiado tarde o demasiado pronto. Para ello, sin embargo, es preciso también vivir en el momento justo.
Hay gente que, braceando únicamente sobre la superficie de la realidad y abrumando de tristeza el hecho mismo de morir, se preocupa sobremanera de la muerte, aunque en el fondo desconoce su verdadero rostro. Nietzsche, por el contrario, propone a quien ama la vida en plenitud celebrar la fiesta de la muerte plena y cabalmente realizada: es así como morir se muestra como la consumación de una victoria y quien muere se quiere y se sabe rodeado de personas llenas de esperanza y de promesas.
Hemos de aprender a morir, dejándonos de festejar la muerte como quieren que lo hagamos quienes han renunciado a vivir. Morir así es un acontecer grandioso, a condición de que muramos combatiendo y prodigando lo mejor de nosotros mismos. De hecho, morir está en las antípodas de esa muerte que entre aspavientos ven algunos acercarse furtivamente como un temible  ladrón.
Esta es la muerte que deseo, dice Nietzsche: la muerte libre, que viene a mí porque yo quiero. La quiero en el momento justo –continúa-, cuando perciba que alcanzo mi meta y otros van a continuar el camino que ahora estoy recorriendo. Sin coronas marchitas,  sin mirar hacia atrás, en su justo momento. Aferrarse mecánicamente al tiempo a toda costa, apurar sin límite la madurez lleva a quedar como manzanas arrugadas. En tal caso, la cobardía es lo que principalmente retiene en su rama.
Hay que acabar con los discursos que predican resignación ante la muerte lenta y paciencia con “lo terrenal”. En realidad, son las cosas “terrenales” las que tienen paciencia con esos predicadores de la resignación y la muerte lenta, olvidando que hasta su fundador, Jesús, murió, en cambio, demasiado pronto. ¿Por qué no dejarse de temores y plañideras, y aprender, en cambio, a vivir y amar la tierra y lo terrenal, también a reír?
Una señal de haber alcanzado la verdadera madurez es percatarnos serena y apasionadamente del niño que nos alienta dentro; un niño que es inocencia y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un Sí excelso a la vida. En ese niño el espíritu se atreve a desear sin límites y sin trabas. Es en ese niño como nos comprendemos mejor en la muerte y en la vida.
Libres para la muerte y libres en la muerte, se muere amando a la vida, afirmando con la misma pasión lo humano y lo terreno. Por eso mismo es tan deseable el morir donde sigue brillando la fuerza de la vida, ya que, de lo contrario, se habrá malogrado hasta el morir mismo.
Maravilloso anhelo el de morir un día rodeado de amigos amantes de la tierra. Fecundo deseo el de volver a la tierra para volver a ser tierra como acto definitivo de amor a la tierra.
Dejándose de ambigüedades, Nietzsche recalca sin descanso que hay que “morir con orgullo cuando ya no es posible vivir con orgullo. Él mismo propone una muerte gloriosa, elegida libremente, realizada a tiempo, con lucidez y alegría, rodeado de hijos y de testigos, de forma que todavía sea posible un auténtico adiós, al que asista verdaderamente quien se despide y haga una tasación real de lo deseado y de lo conseguido a lo largo de toda su vida; la muerte, así, se opone totalmente a la horrible y lamentable comedia que el cristianismo ha hecho de la misma. No le debemos perdonar nunca al cristianismo que haya abusado de la debilidad del moribundo para violar su conciencia, al igual que ha hecho con la forma de morir para emitir juicios de valor sobre el hombre y sobre su pasado”.
La muerte libre. La vida libre. La misma dignidad en el vivir y en el morir. El derecho a decidir libre y responsablemente mi vivir y mi morir, sin que nadie usurpe o suplante jamás ese derecho. Como escribe Epicuro, “nada hay temible en el vivir para quien ha comprendido rectamente que nada temible hay en el no vivir” (Carta a Meneceo, 124).

viernes, 16 de noviembre de 2012

EL PSOE sigue dando palos de ciego




Es ya lugar común decir que en el socialismo español huele a chamusquina: como poco, les queda aún padecer el batacazo electoral en los próximos comicios catalanes. Pues bien, leo en la prensa que el PSOE, consciente del problema, presenta un nuevo Plan de renovación y afirma que “necesita urgentemente una modernización”. Como ese discurso suena ya a oído demasiadas veces, quedo entonces expectante por si el PSOE tiene a bien aclarar qué entiende por modernizarse.
Recuerdo alguna que otra modernización socialista desde 1978: por ejemplo, en 1979 el PSOE rechazó en un congreso extraordinario definirse como marxista (quizá de aquellos polvos vienen algunos de los lodos de su indefinición actual) y en 1986 nos modernizaron a todos metiéndonos (De entrada, sí) en la OTAN.
Ahora, pelillos a la mar, el secretario de Organización del partido socialista (¡ay!), Óscar López, declara que el PSOE debe volver a ser el partido de la “mayoría social”, por lo que propone pasar “de las palabras a los hechos y de la filosofía a la acción”, lo cual está pero que muy bien, con tal de que nos digan antes cuáles son esas palabras y esa filosofía, pues opino que la raíz de todos sus males está, no solo en hacer poco, sino también en no saber qué quiere ser, hacer, combatir y defender realmente. El PSOE padece desde hace años de esquizofrenia aguda, cuyos puntos álgidos enfrentados suelen ser sus congresos y sus discursos progres, por un lado, y sus acciones y omisiones flagrantes y contradictorias, por otro.
Pero ya que así lo desean, hablemos de hechos y acciones, pues quizá no se dan cuenta de que la cuestión fundamental no estriba en presentar un programa impecable o abrir un proceso de primarias democráticamente intachable. Los verdaderos problemas del pueblo, los desahucios, los parados, los pensionistas, los explotados, la CEOE, los bancos, los obispos y la acorazada mediática están en la calle, aunque algunos (no entro en cuántos) de los cargos y dirigentes socialistas han olvidado qué es eso.
La ciudadanía solo cree ya lo que ve cada día del año. ¿Estarían el PSOE, con sus dirigentes a la cabeza, dispuestos a la lucha callejera por los derechos del pueblo? ¿Dejarán de mear agua bendita cuando estén ante un obispo? ¿Denunciarán con un cartel o una pancarta delante de una sucursal bancaria, por ejemplo, un secretario general o un cargo relevante del partido socialista los desahucios perpetrados ese mismo día? Estarán por una ley electoral más democrática, sin que la circunscripción electoral sea la provincial?¿Boicotearán un pleno parlamentario tras otro, a sus distintos niveles, para exigir el impuesto de transacciones financieras, el impuesto sobre transmisiones, donaciones, patrimonio, etc.? ¿Pedirán antes a todo el pueblo perdón por no haber hecho nada de esto?
El PSOE considera ahora urgente también ampliar la militancia, según el nuevo plan Hacer PSOE 2015, pero no habla de militar activamente con el pueblo en la defensa de los derechos del pueblo.  Siguen obsesionados con las listas, los candidatos y estrategias electorales, pero eso son palos de ciego porque quizá están ciegos a la realidad social, laboral y económica del pueblo.