miércoles, 9 de octubre de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 95

No sabe qué ponerse estos días destemplados de otoño el perroflauta motorizado. Sobra ropa a veces; otras veces, en cambio, la calle Alfonso se pone demasiado umbría y húmeda, sobre todo en las primeras horas de la mañana, y se echa de menos algo más de abrigo. Como Juan de Mairena siempre lleva la misma ropa, el perroflauta motorizado ya ni se fija en ella y ni repare en qué lleva puesto.
“¿Has pensado”, pregunta Mairena al perroflauta motorizado, ya en el autobús, “de dónde viene toda esta faena diaria de vestirnos y desvestirnos, elegir la ropa cada día, desechar la inapropiada para la ocasión o por el clima? Yo opino que quizá, cuando el ser humano vio su cuerpo desnudo en el espejo de las aguas, se dijo: ‘He aquí algo perfectamente bello que merece guardarse’. E inventó el vestido”.

El perroflauta motorizado se sonrió, bajando ya del autobús, tras escuchar aquella conjetura de Mairena. Admitió que Mairena tiene razón en que no hay vestido que no suponga una previa desnudez, que no hay vestido sin desnudo, pero sí un desnudo anterior al vestido. Sirve, pues, el vestido, en primer lugar, para guardar y proteger la desnudez de nuestro cuerpo, y, en segundo, para asegurarnos, de la manera más firme, la posibilidad de desnudarnos. “¿Es eso lo que quieres decir, Mairena? ¿Voy bien?”, preguntó el perroflauta motorizado, ya en la calle Alfonso.

“Vas bien”, aseguró Mairena, “cada vez que vamos juntos al portal de la Consejera aragonesa de Educación, te dejas ver, desnudo, ante quien mira. Tu ropa anuncia la desnudez de tu cuerpo. Tu cartel manifiesta la desnudez de tu alma. En el portal te quedas cada día en cueros, Antonio”. 

Mairena se rió sonoramente del perroflauta motorizado. “Eres un carrozón, Antonio” –dijo- “¿a que estás tarareando la canción de Aute ‘Anda, quítate el vestido, las flores y las trampas?”. “Sí”, reconoció, divertido, el perroflauta motorizado, “sí, soy un carrozón…”

Hoy hemos estado apostados ante el portal Marisol, Noemí, Antonio y Adrián (ex alumno de Antonio en el IES “Félix de Azara” que actualmente cursa un máster, más elabora una tesis doctoral, sobre interpretaciones modernas y contemporáneas sobre los cínicos). El perroflauta motorizado se ha alegrado mucho de volver a verlo.

Algunos se han acercado a contar sus vidas con pelos y señales. Otros (algún militar, por ejemplo) han mostrado su desacuerdo por informar de que allí vive la Consejera. 
Zaragoza cada vez está más bulliciosa en sus fiestas del Pilar.
Hasta mañana.

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