Diario de un perroflauta motorizado, 248

Marisol estaba esperando ya en el portal de la Consejera aragonesa de Educación al perroflauta motorizado, que se ha demorado unos minutos escuchando la Quinta en la Plaza del Pilar, donde se ha encontrado también con Alberto, un ex alumno de muy grato recuerdo. Al poco tiempo, se ha acercado hasta el portal Joaquín, otro ex alumno del IES Grande Covián, ahora ingeniero industrial y jefe de obras en la ciudad condal.

Maite ha volcado al cabo de un rato hasta la una de la mañana todo su cariño y su buen humor a pesar de los pesares. Entre otras  gratas visitas, hemos conversado sobre enseñanza durante un buen rato con una madre y un hijo de Buenos Aires, de visita turística en Zaragoza.

Ricardo, trabajador en la Universidad y actualmente ayudando denodadamente y a costa de sus vacaciones a IU en su campaña electoral, nos ha proporcionado un buen rato al final de la mañana.

Casi a la ahora de regresar a casa, enfrente del portal una pareja de la Policía Local ha parado a un hombre relativamente joven que iba en patines de ruedas y portaba un cubo con los útiles de limpiar cristales de escaparates de tiendas desde primeras horas de la mañana. 

No ha quedado claro si la “falta” cometida consistía en ir en patines o en -¡supuestamente! ¡Lo hemos visto a pocos metros de distancia!- según los policías poner en riesgo la integridad de un hombre que caminaba al lado de una farola. Le han comunicado una multa por tal causa y aquel joven no daba crédito ante tal tropelía. Maite, Marisol y el perroflauta motorizado, más algunas personas más que se han sumado al poco tiempo, han intentado que los policías entraran en razón y protestado por que unos agentes del orden público, pagados con nuestros impuestos y que se deben dedicar a garantizar y proteger el bienestar y la seguridad de tod@s se dediquen a semejantes nimiedades, que además resultan ser falsas tal como las describen y relatan los agentes.

 Un coche de la policía local con más agentes han metido al joven y a su cubo dentro y se lo han llevado a “identificarse”. El final de esta película la sabremos tarde o temprano, pues el perroflauta motorizado ha podido entregar al detenido su tarjeta personal por si necesita testigos del incidente o cualquier otra cosa. Marisol y Maite se han incluido en este mismo ofrecimiento.

Ayer, Ana, Antonio, Nacho y Abdullaye comieron con el perroflauta motorizado y a los postres trajeron una tarta con una velita que representaba el primer año en el portal de la Consejera. ¡¡¡GRACIAS!!!

Hasta mañana