martes, 17 de junio de 2014

Diario de un perroflauta motorizado, 272



Hoy hemos estado en el portal de la vivienda de la Consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, María Dolores Serrat Moré, en defensa de la escuela pública y laica y en denuncia de los recortes perpetrados en materia educativa Marisol Ibáñez, Marga Ribas y Antonio Aramayona, encausados en el juicio por lo penal el próximo día 3 de julio, a las 10 de la mañana. Poca gente se ha percatado del maravilloso acontecimiento de vernos los tres reunidos allí por primera vez tras la citación al juicio. Mairena, sin embargo, no podía contener su alegría al vernos allí

Hace mucho tiempo me contaba Mairena algo simpático (“chusco”, solía decir un amigo común) ocurrido en una de sus clases:

-Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: "Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa".
El alumno escribe lo que se le dicta.
-Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético.
El alumno, después de meditar, escribe: "Lo que pasa en la calle".
Mairena -no está mal.

Lo que pasa en la calle… y en la vida… Para enterarse de ello es preciso antes salir a la calle y a la vida, sin prejuicios que hagan de guardaespaldas, sin esas anteojeras que llevaban las caballerías de tiro para que no vieran por los lados, sino solo de frente. La gente que pasea por la calle no entiende que hablemos de “los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa”; oye (ni siquiera escucha)  algo así, se da media vuelta y ya no regresa. Lo que pasa en la calle no precisa decirse ni apenas requiere explicación, sino que se observa y sobre todo se hace. Me produce  un cierto daño interior leer tantos escritos de apoyo, adornados con palabras selectas y expresiones culteranistas, pues rara vez están escritos en y desde y para la calle.
¿Qué podemos hacer por vosotros? ¿Cómo podemos mostrar nuestra solidaridad? , preguntan algunos.
Creando un “portal” o un escrache en algunos portales de muchas ciudades, respondo.
Un día se me acercó una señora de mediana edad cuando estaba en el portal de la Consejera y me entregó una paquetón de caramelos “sugus”. “No sé qué podía comprar…”, se medio excusó. Se lo agradecí en el alma (pertenece a todas esas cosas bellas “que ocurren en la calle”), metí unos cuantos caramelos en la mochila de una niña preciosa (creo recordar que se llama Julia) y al final de la mañana, discretamente, solo, rogué a los policías que custodiaban la puerta de la Consejera (aquella mañana había caído otra sanción) que aceptaran aquel paquetón de “sugus” para sus hi@s y l@s hij@s de sus colegas. No lo aceptaron, pero la conversación que mantuvimos fue jugosa. “Es de los servicios más duros que me ha tocado hacer en toda mi vida como policía”, dijo uno de ellos. Es lo que a veces pasa en la calle…
¿Qué? ¿Alguna novedad?, preguntan otros al acercarse hasta el portal. Y se refieren principalmente a multas, sanciones, policías o a alguna posible gresca montada por algún viandante exaltado. Sin embargo, por el contrario, la novedad se renueva cada minuto de cada mañana al hacerse cotidiana. La novedad es simplemente lo que pasa en la calle… casi siempre sin llamar la atención. Hoy ha sido entonces un día pleno de maravillosas novedades.



Hasta mañana

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