martes, 29 de julio de 2014

¿Cuándo se dejarán de pamplinas Comisiones Obreras y Unión general de Trabajadores?


Los secretarios generales de UGT y CCOO van a La Moncloa para reunirse con el Presidente del Gobierno Rajoy.  Tendrán como acompañantes a los presidentes de las patronales CEOE y Cepyme y todos ellos entrarán al palacio bajo el sacro palio (=paliativo)  de incrementar el “diálogo social”.
Vale, venga, a dialogar. ¿Sobre qué? Dicen los sindicatos que su prioridad es “mejorar la protección social” (por ejemplo,  una renta mínima para todas aquellas personas sin ingresos o una ayuda para las familias con todos sus miembros en paro y sin prestaciones). Es algo así como pactar el suministro de aspirinas y tiritas a las víctimas de una peste bubónica creada por los interlocutores sentados a su lado. Mientras esté vigente la Reforma Laboral del PP y de los grandes empresarios y financieros lo único digno y eficiente que resta es levantarse de la mesa y mandar a freír espárragos a los asistentes a ese supuesto “diálogo social”,  que nada tiene de social.
Ya antes, en anteriores diálogos sociales se habían comprometido a dialogar, por ejemplo, sobre paro juvenil, pero ahora, al comprobar que pinchan en hueso muy duro, se proponen hablar sobre mejoras en algunas prestaciones sociales. Los más optimistas aseguran que constarán así con  millones de aspirinas y tiritas a poder suministrar a cuarenta millones de afectados por el Ebola socioeconómico que asola el país.
Ernesto Sábato escribe en su libro “Antes del fin” que las presuntas bondades del neoliberalismo y de la libertad de mercado se le antojan una falacia, pues el mundo le parece poblado de lobos y de corderos, y mientras hay corderos que proponen a los lobos que se hagan vegetarianos, la idea neoliberal de libertad tiene como axioma fundamental: “libertad para todos, y que los lobos se coman a los corderos”. Quizá tras el diálogo con Gobierno y la  patronal, estos dos sindicatos declaren en una rueda de prensa que los lobos hispanovisigóticos se han hecho finalmente vegetarianos.
Hay que cambiar el sistema, pues el actual es una auténtica tomadura de pelo para el pueblo. Un instrumento histórico primordial es el sindicalismo, pero difícilmente cambiarán esos dos sindicatos el sistema si constituyen uno de los elementos principales del sistema actual. ¿Cómo reaccionarían los secretarios generales de ambos sindicatos ante este planteamiento? ¿Llamarían “antisistema”  a quien lo plantease? ¿Aceptarían que el sistema del que forman parte es realmente el antipueblo, el antitrabajador?
CC.OO. y UGT, dejaos de pamplinas, de fotos y de diálogos sociales. Los problemas son otros y la solución está en cualquier parte, menos en La Moncloa y con la patronal.



1 comentario:

  1. Pero Antonio, la pregunta que me hago desde mi vuelta a Matrix es ¿de verdad quiere el "pueblo" cambiar de sistema?. como diría nuestro Juan de Mairena. ¡Ateme usted esa mosca por el rabo!
    Toni

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