martes, 27 de enero de 2015

Diario de un perroflauta motorizado, 431



Todos y cada uno de los grupos políticos creen firmemente que a) son diferentes de los demás y b) son mejores que el resto de los grupos políticos. En realidad, repiten los mismos ciclos y desembocan en los mismos planteamientos.
Tienen en común el mismo punto de partida: confeccionar las listas de candidat@s. Para ello hay unos cuantos personajes importantes (en realidad Primos de Zumosol políticos locales) que dan, rehúsan y reparten nombres y puestos según unas pautas algo alejadas de la política (si aún seguimos pensando que política viene de “polis”). Esos primos de Zumosol locales no son autóctonos, pues dependen, a su vez, de unos órganos “centrales” (generalmente, “Madrid”) que aprueban, desaprueban, tachan, añaden y dejan la lista definitivamente apañada.
Tras las listas, vienen los programas: los partidos nuevos han de tener un programa “confeccionado por unas cuantas personas militantes que quizá vean machacados sus resultados por obra y gracia de algún grupo de Primos de Zumosol locales-centrales y siempre al servicio de objetivos e intereses más o menos confesables e inconfesables. Los partidos con historial y experiencia en otras elecciones lo tienen más fácil: es una cuestión de cosmética y de aparentes mutaciones lexicográficas y sintácticas de unos cuantos párrafos escogidos aquí y allá. Está por ver que cumplan su programa, pero es seguro a) que poc@s o nadie del pueblo van a leer su programa y b) les va a preocupar mucho más el incumplimiento del programa del vecino que el cumplimiento del propio.
Y llega la campaña. Unas cuantas personas de buena voluntad montarán mesas, repartirán folletos y consumirán gasolina de algún coche con megafonía desde el que lanzar mensajes ininteligibles y sobre todo exentos de interés para la inmensa mayoría de la gente transeúnte. Sus eslóganes y sus mítines tendrán carácter especialmente negativo (Alfonso Guerra fue un maestro sin igual en este campo): anticapitalista, anti-neoliberalismo, anti-populismo bolivariano y radical, anti-casta, anti-corrupción… También prometerán generalidades, principalmente cuando avisen al orador de que conecta una cadena televisiva o un programa radiofónico.  Los candidatos se someterán a viajes y actividades frenéticos y agotadores, que quienes todavía no tienen los callos muy endurecidos aguantarán con gusto porque declaran sinceramente que la causa lo merece.
Llegará el día de las elecciones… y todos los grupos políticos habrán ganado o –no es lo mismo- ninguno de ellos habrá perdido.

El jueves es festivo en la ciudad de Zaragoza, por lo que no iremos al portal de la Consejera. Nos volveremos a encontrar el viernes.

Hoy ha sido una mañana la mar de tranquila.






Hasta mañana


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