martes, 10 de febrero de 2015

La tartufiana vara de medir de algunos agentes de policía

 PUBLICADO HOY EN CRÓNICA POPULAR



Agentes  de la Policía Nacional de Málaga, convocados por el Sindicato Unificado de Policía (SUP),  se manifestaban el dos de febrero pasado ante la Delegación de Hacienda de la ciudad apoyando a un compañero al que le han embargado su nómina y le han comunicado que subastan su vivienda, por impago de una hipoteca de 120.000 euros. El policía afectado ha declarado que tiene miedo de quedarse en la calle, con una mujer afectada por una minusvalía superior al 55% y dos hijos.
Asimismo, los policías han pedido perdón a todas las familias y personas desahuciadas de sus viviendas, pues reconocen que ha sido mucho el sufrimiento y dolor de los policías que han tenido que llevar a cabo desahucios en viviendas habitadas por niños, personas mayores o minusválidos. No obstante, consta que no se han negado a participar y ejecutar cualesquiera desahucios, ni se han manifestado públicamente después con ocasión de algún desahucio espectacularmente hiriente.
Responden los policías diciendo que "el Cuerpo Nacional de Policía se debe a un principio básico en sus actuaciones, obedecer y acatar la leyes". Y ya está. Incluso quizá crean que con ello quedan justificados. Sin embargo, protestan solo cuando a un compañero le aprieta el zapato de su propio desahucio  ycualquier otra postura ética social  no les atañe, pues al parecer su primer principio ético es acatar la ley y obedecer las órdenes.
Los policías malagueños dan un paso más y dejan cualquier responsabilidad a los jueces y los políticos: así, piden al Poder Judicial y los poderes políticos en general "que dicten leyes que erradiquen esta tortura". ¿Esos policías obedecerían las órdenes de disparar contra el pueblo? ¿Ejecutarían todo tipo de torturas si las leyes vigentes en el país y el poder judicial les amparan? ¿Saben o quieren saber a qué intereses están sirviendo realmente sin abrir la boca?
El agente afectado, debidamente tapado con una bufanda para que no se le identifique, afirma que su situación es "muy mala" y que pide "ayuda a todo el mundo" porque está "desesperado". ¿Habrá visto él alguna vez la desesperación y el miedo en el rostro de muchas de las personas desahuciadas?

El domingo, ocho de febrero, está convocada una concentración en la Zaragoza plaza de España en memoria de Esther,  una mujer de 43 años que se quitó la vida  el jueves pasado en su domicilio, donde  vivía de alquiler desde hacía más de 30 años, horas antes de ser desahuciada de su vivienda. Su precaria situación económica y personal era de una gran dureza, sin trabajo, sin nómina, sin asistencia social alguna. Sería francamente interesante conocer cuántos agentes de la policía están manifestando su indignación y su repulsa por tal hecho a esa hora y en esa plaza, en lugar de estar en unas cuantas furgonetas policiales, resguardándose del frío, cumpliendo leyes y obedeciendo órdenes.
Solo en el primer trimestre de 2012, según el Consejo General del Poder Judicial, se produjeron 46.559 desalojos forzosos por la vía judicial, 517 al día. Desconozco la cifra de agentes de la policía que se han negado a ejecutar tales órdenes o que han aducido su conciencia ética y social para negarse a formar parte de semejante atropello mortal al derecho universal a una vivienda digna. En espera de alguna noticia por su parte, somos todo oídos.


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